Este documento contiene indicaciones para asistir a las víctimas y también para formar a la comunidad eclesial en materia de protección de los menores
La Comisión vaticana para la Protección de los Menores, creada por el papa Francisco en 2014 con el objetivo de proteger a las víctimas de abusos, hacer justicia y prevenir que se repitan estos crímenes en la Iglesia, ha creado un fondo para ayudar a las víctimas de los curas en los países más pobres, donde las conferencias episcopales no tienen demasiados recursos.
La iniciativa ha surgido por indicación del Papa Francisco, que ha denunciado que en los países pobres las víctimas «sufren en silencio», porque carecen de recursos para denunciar y obtener ayuda.
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La idea es que las conferencias episcopales con más medios realicen aportaciones económicas que se invertirán en programas de formación para garantizar una mejor asistencia a las víctimas y su entorno.
Según informa la comisión vaticana en un comunicado, el proyecto ya se está ensayando con un programa piloto firmado con la Iglesia de Ruanda.
La comisión ha anunciado también que se cumplirán otras peticiones del Papa Francisco, como la elaboración de un informe anual sobre las políticas y los procedimientos de protección en la Iglesia.
El plan es «adoptar una metodología de diseño centrada en el ser humano que se enfoque en cómo puede darse prioridad a las necesidades de las víctimas, que serán abordadas en los mecanismos de información de la Iglesia, con el objetivo de ofrecer propuestas al Papa para colmar las lagunas existentes [en esta materia]».
Además, el 31 de mayo se publicará la actualización de las directrices que la Congregación para la Doctrina de la Fe envió en 2011 a las conferencias episcopales para abordar los casos de abuso sexual a menores por parte del clero.
Este documento contiene indicaciones para asistir a las víctimas y también para formar a la comunidad eclesial en materia de protección de los menores.
Entre otras cosas, la comisión también ha anunciado que está discutiendo sobre cómo atender otra de las solicitudes del pontífice: Combatir los delitos sexuales contra menores en internet.
La Comisión vaticana para la Protección de los Menores está formada por expertos en prevención de abusos con el mandato de asesorar al Papa e implementar las mejores prácticas de protección en las iglesias locales de todos los continentes.
Los escándalos de abusos han minado la reputación de la Iglesia y han supuesto un gran reto para el Papa, que en los últimos 10 años ha aprobado una serie de medidas encaminadas a responsabilizar más a la jerarquía eclesiástica, y a erradicar tanto los abusos como su encubrimiento, con resultados desiguales en las diferentes partes del mundo.
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