Kostiantinivka — Ucrania y los separatistas prorrusos iniciaron ayer el intercambio de cientos de prisioneros de guerra en el marco del acuerdo pactado el miércoles pasado en Minsk, único avance en unas conversaciones que no permitieron solucionar los problemas de fondo.
Este primer intercambio —que se lleva a cabo en la ciudad de Kostiantinivka— comenzó con grupos de 10 prisioneros, sobre un total previsto para esta jornada de 222 separatistas y 145 soldados ucranianos.
Los prisioneros, vestidos de civil, llevaban bolsas y formaban una hilera, unos frente a otros, separados por 100 metros de distancia.
Varios representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce) observaron la escena que tuvo lugar en una carretera iluminada solamente por los faros de unos coches.
«Acaban de decirnos lo que va a pasar, estoy feliz de volver a casa, ver a mis padres y a mi mujer que aún no saben (que me han liberado)», confió a la AFP Artem Siurik, médico del ejército.
«Solo quiero comer huevos al plato y hablar con mis padres», dijo, por su parte, Denis Balbukov, un rebelde liberado de 21 años, que «retomará la lucha».
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