Foto: AFP
Slovianogirsk — El presidente ucraniano, el prooccidental Petro Poroshenko, declaró ayer un alto el fuego en el este del país para permitir a los rebeldes prorrusos deponer sus armas y lanzar un ambicioso plan de paz, cuyas condiciones rechazan los separatistas y que Rusia califica de «ultimátum».
Poroshenko anunció el inicio del alto el fuego en Slovianogirsk, una localidad situada a unos 30 kilómetros de uno de los epicentros de los combates en la región de Slaviansk, durante su primera visita al este desde su investidura el 7 de junio.
Según el portavoz de las operaciones militares ucranianas, Vladislav Seleznov, esta medida provisional comenzará a las 22H00 (19H00 GMT).
Este anuncio representa el pistoletazo de salida de un ambicioso plan de paz presidencial develado el viernes, que incluye la descentralización del poder y la amnistía para aquellos que no hayan cometido crímenes graves.
Por su parte, Rusia tildó de «ultimátum» dirigido a los rebeldes prorrusos el alto el fuego anunciado por el presidente ucraniano. «Un primer análisis demuestra desafortunadamente que no es una invitación a la paz y a las negociaciones sino un ultimátum para que las milicias en el sureste de Ucrania entreguen sus armas», declaró la oficina de prensa del Kremlin, citada por agencias rusas.
El Kremlin exigió igualmente una «disculpa» a Kiev por el tiroteo contra un puesto fronterizo.
Comente