En plena escalada de kurdos y chiíes, las tropas kurdas se han hecho con el control de dos instalaciones petrolíferas en las inmediaciones de la ciudad de Kirkuk, escenario de un viejo litigio entre el gobierno central y la región autónoma del Kurdistán y bajo control kurdo desde la desbandada del ejército iraquí hace un mes.
El Ministerio de Petróleo iraquí ha confirmado que los «peshmergas» —tropas kurdas—, junto a algunos civiles irrumpieron en dos refinerías de Kirkuk y Bai Hasan, en el norte del país, expulsando a los empleados árabes.
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