En Antioquía, en el sur de Turquía, las autoridades han tenido que acondicionar terrenos para enterrar a los muertos del terremoto. Se siguen recuperando cuerpos y ya no quedan tumbas en los cementerios de la ciudad para darles sepultura.
Las autoridades de Antioquía afirman que están realizando pruebas de ADN a todos los cuerpos no identificados para que puedan encontrarlos sus seres queridos.
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La salud de los supervivientes también inquieta. El cólera se está extendiendo, según alertan médicos de la ciudad, y miles de personas siguen pasando la noche a la intemperie o en coches, pese a intenso frío de esta época.
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