Ha sido una de las movilizaciones más masivas de las 13 realizadas hasta ahora en Francia contra ley, y se han vivido escenas de violencia, con coches quemados y destrozos en varias ciudades del país, sobre todo París, Lyon y Nantes
Este 1 de mayo se ha convertido en Francia en una masiva protesta contra la reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, promulgada hace unas semanas y a la que se opone casi todo el país.
Ha sido una de las movilizaciones más masivas de las 13 realizadas hasta ahora contra ley, y se han vivido escenas de violencia, con coches quemados y destrozos en varias ciudades del país, sobre todo París, Lyon y Nantes, casi 200 detenidos en todo el país y decenas de heridos, manifestantes y también agentes.
Ya son tres meses de protestas contra esta controvertida ley que eleva la edad de jubilación de los 62 años a los 64. A pesar de que fue promulgada hace 15 días y que Macron daba el capíutulo por zanjado, el movimiento de rechazo en el país continúa: se han vivido momentos de tensión en las manifestaciones casi desde el principio.
En París, una hora después de empezar la marcha de hoy 1ero. de Mayo, que arrancaba en la Plaza de la República, ya había enfrentamientos entre grupos de trabajadores y las fuerzas del orden y 30 detenidos.
Era sólo el inicio. Según la Policía, con cifras de las seis de la tarde 8hora de Francia), había casi dos centenares de detenidos en toda Francia, 68 de ellos en París, con escenas de violencia, coches quemados y comercios destrozados.
En París, un coctel molotov lanzado contra los agentes ha herido a un policía, mientras que en Nantes, un manifestante ha sufrido la amputación de una mano. Además, hay manifestaciones espontáneas y no autorizadas convocadas esta noche en la capital.
Este lunes los sindicatos querían movilizar a la calle en una «marcha histórica». Se esperaban entre 500.000 y 600.000 personas en las 300 manifestaciones previstas en todo el país, pero se han superado las previsiones.
Según la CGT, son 2,3 millones de personas en toda Francia, 550.000 en París. Según el ministerio del Interior, 782.000 personas, 112.000 en París
Es la segunda movilización más multitudinaria desde que arrancó el movimiento contra la reforma de las pensiones. La primera fue la del 23 de marzo, también muy violenta. Las escenas Según la líder de sindicato CGT, Sophie Binet, se trata del 1 de mayo «más masivo desde la postguerra».
Para esta jornada, el Ministerio del Interior había preparado un fuerte dispositivo de seguridad, con 12.000 policías desplegados en todo el país, 5.000 en París. Se esperaba un millar de «elementos radicales», los llamados black block, y también muchos «chalecos amarillos», en referencia al movimiento de protesta que marcó el primer mandato de Macron y bloqueó el país.
¿Y a partir de ahora qué?
Los sindicatos no quieren que el movimiento contra la reforma de las pensiones decaiga y sus líderes se reúnen este martes para decidir cómo seguir con la movilización. Laurent Berger, líder del sindicato CFDT, el mayoritario en Francia, ha advertido que las organizaciones «no tienen que tomar juntas todas las decisiones» a partir de ahora.
La primera ministra, Elisabeth Borne, quería convocar a los sindicatos en los próximos días para hablar de otras cuestiones relativas al trabajo, pero no sobre la reforma de las pensiones, aunque hace dos semanas ya se reunieron y el encuentro fue un fracaso por la negativa de Borne a retirar la reforma.
La historia tiene pocos visos de acabar. El miércoles, el Consejo Constitucional se tiene que pronunciar sobre la segunda propuesta de referéndum planteada por la izquierda para establecer la edad de jubilación a los 62 años (la reforma lo ha retrasado a los 64). Ya rechazó la primera que se presentó. Si no la autoriza, a los opositores a la reforma les quedan ya pocas opciones, salvo asumir que la ley está promulgada y entra n vigor en septiembre.
Si el Consejo diese el visto bueno a la propuesta, la reforma se aplicaría igualmente, pero se entraría en un proceso largo y complejo, pues se necesitan casi cinco millones de firmas y hasta la fecha esta opción de referéndum nunca ha llegado a buen puerto.
Emmanuel Macron ha intentado cerrar el capítulo de las pensiones, pero la calle no pasa página. Desde hace dos semanas, tras la promulgación de la ley, no han cesado los escraches y las caceroladas en cada desplazamiento que ha hecho, con cortes de luz, pitadas y abucheos, tanto en sus visitas como en las que han realizado los ministros del Gobierno.
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