Estocolmo — Más de mil personas disfrazadas de Papá Noel recorrieron ayer un parque de Estocolmo en una carrera con fines caritativos.
Los participantes afrontaron el frío y la nieve para completar el trazado de tres kilómetros en un parque de un barrio de la capital sueca.
Con las mejillas enrojecidas por el esfuerzo, Elin, una mujer de 26 años, apenas ha notado los dos grados bajo cero. «El disfraz de Papá Noel es cálido y agradable», explicó entre risas.
La carrera, organizada para la Cruz Roja y oenegés como Save The Children, no tuvo ganador oficial, sólo aspiraba a llamar la atención sobre la situación de los más desfavorecidos.
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