Rusia niega que sus ataques tengan el objetivo de ayudar a Assad contra la oposición
Foto: AFP
El presidente ruso Vladimir Putin descartó las acusaciones de que los ataques mataran a civiles
Beirut — Cazas rusos volvieron a atacar ayer objetivos en Siria, oficialmente yihadistas, aunque grupos opositores al gobierno de Bashar al Assad aseguran haber sido víctimas de esos bombardeos, mientras que Estados Unidos advertía que seguirá con sus propias operaciones.
Se trata del segundo día de ataques rusos, después de que Rusia lanzara el miércoles sus primeros ataques fuera de su territorio desde 1979, cuando la entonces Unión Soviética invadió Afganistán.
El presidente ruso Vladimir Putin descartó sin embargo las acusaciones de que los ataques del miércoles mataran a civiles y las calificó de «guerra informativa».
Rusia, uno de los principales apoyos de Assad en el mundo, anunció que sus últimos ataques alcanzaron cuatro objetivos del Estado Islámico, que controla amplios territorios de Siria e Irak. Moscú anunció la destrucción de una base «terrorista», así como de un depósito de armas, un centro de comando y una fábrica de coches bombas.
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Pero según una fuente de seguridad siria, los ataques iban dirigidos contra el llamado Ejército de la Conquista, una coalición de rebeldes que incluye el Frente Al Nosra (rama de Al Qaeda en Siria) y que tiene al Estado Islámico como principal enemigo.
Rusia niega que sus ataques tengan el objetivo de ayudar a Assad, atacando a los grupos rebeldes considerados moderados. Pero el senador estadounidense John McCain dijo que los aviones rusos atacan grupos «financiados y entrenados por la CIA» para luchar contra el EI.
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