Brasilia — La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reiteró su apoyo a la investigación sobre una gigante trama de corrupción en la estatal Petrobras, que alcanza a miembros de su partido, pero advirtió que hay «puntos fuera de la curva» que necesitan ser corregidos.
Rousseff, que podría encarar un proceso de destitución, aseguró que «Brasil necesita esta investigación».
La operación policial Lava Jato (lavadero de autos) investiga por corrupción a decenas de ejecutivos de la petrolera Petrobras.
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