Foto: Agencias
Roma — El primer ministro italiano, Enrico Letta anunció ayer su renuncia después que el gobernante Partido Democrático (PD, centro izquierda) pidiera un cambio de gobierno, y podría ser sustituido por el líder del PD, Matteo Renzi.
«He informado al presidente de la República Giorgio Napolitano de mis intenciones de ir al Palacio del Quirinal (sede de la presidencia) mañana a presentar mi renuncia como primer ministro», declaró Letta en un comunicado, tras menos de un año a la cabeza de un gabinete con representantes de partidos de izquierda y de derecha.
Renzi, quien descartó la realización de elecciones anticipadas en Italia, había pedido este jueves la formación de un nuevo gobierno, ahondando una lucha fratricida en la izquierda. La dirección del PD aprobó luego el llamado de su líder por 136 votos en favor y 16 en contra.
Ahora Napolitano habrá de designar formalmente a un candidato para sustituir a Letta y se considera que, casi con seguridad, será Renzi. De ese modo, un nuevo gobierno podría entrar en funciones la semana próxima.
Ganas de gobernar
Al abrir la reunión del PD del jueves, Renzi había estimado que la dirigencia del PD «nota la necesidad y urgencia de abrir una nueva etapa con un nuevo ejecutivo. Hay que abrir una nueva página (…) Hay que cambiar de horizonte y de ritmo», afirmó.
El PD, principal formación de izquierda en Italia, mantuvo esta reunión en un contexto de lucha fratricida entre Letta y Renzi, ambicioso líder del partido e impaciente por ocupar la jefatura del ejecutivo.
Letta había enviado un corto mensaje a la dirigencia del PD, pidiendo «serenidad y transparencia», y anunciando que no concurriría a la reunión de este jueves, dejando así a los participantes «sentirse libres para expresar sus opiniones».
Renzi, joven alcalde de Florencia, de 39 años, había multiplicado los ataques contra el ejecutivo de Letta desde su llegada a la cabeza del PD en diciembre, reprochándole lentitud y falta de determinación.
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