El presidente de China dijo que la «reunificación» pacífica satisface mejor los intereses generales del pueblo taiwanés, pero Pekín protegerá su soberanía y unidad
Beijing – El presidente chino, Xi Jinping, prometió el sábado lograr la «reunificación pacífica» con Taiwán, y no mencionó directamente el uso de la fuerza después de una semana de tensiones con la isla reclamada por China que generó preocupación internacional.
Taiwán respondió poco después pidiendo a Beijing que abandonara su coerción, reiterando que solo el pueblo de Taiwán podía decidir su futuro.
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Taiwán, gobernado democráticamente, se ha visto sometido a una mayor presión militar y política de Pekín para que acepte su soberanía, pero Taipei se ha comprometido a defender su libertad.
Hablando en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, Xi dijo que el pueblo chino tiene una «gloriosa tradición» de oponerse al separatismo.
«El separatismo independentista de Taiwán es el mayor obstáculo para lograr la reunificación de la patria y el peligro oculto más grave para el rejuvenecimiento nacional», dijo en el aniversario de la revolución que derrocó a la última dinastía imperial en 1911.
La «reunificación» pacífica satisface mejor los intereses generales del pueblo taiwanés, pero China protegerá su soberanía y unidad, agregó.
«Nadie debe subestimar la firme determinación, la firme voluntad y la fuerte capacidad del pueblo chino para defender la soberanía nacional y la integridad territorial», dijo Xi. «La tarea histórica de la completa reunificación de la patria debe cumplirse, y definitivamente se cumplirá».
Adoptó un tono un poco más suave que en julio, su último discurso importante en el que se menciona a Taiwán, en el que prometió «aplastar» cualquier intento de independencia formal. En 2019, amenazó directamente con usar la fuerza para poner la isla bajo el control de Beijing.
China da «pasos provocativos»
Aún así, el discurso fue mal recibido en Taiwán.
La oficina presidencial dijo que era un país soberano independiente, que no formaba parte de la República Popular China, y había rechazado claramente la oferta de China de «un país, dos sistemas» para gobernar la isla.
«El futuro de la nación está en manos del pueblo de Taiwán», dijo la oficina.
En una declaración separada, el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán para la formulación de políticas en China pidió a Beijing que «abandone sus provocativos pasos de intrusión, acoso y destrucción» y regrese a las conversaciones.
La fuerza aérea de China montó cuatro días consecutivos de incursiones en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán desde el 1 de octubre, involucrando a cerca de 150 aviones, aunque esas misiones ya terminaron. Xi no mencionó esos vuelos.
Taiwán se llama oficialmente República de China, el nombre del país establecido en 1912 después de la caída de la dinastía Qing.
Ese gobierno huyó a Taiwán en 1949 después de perder una guerra civil con los comunistas, quienes establecieron la actual República Popular.
Taiwán marca el 10 de octubre, fecha en que comenzó la revolución antiimperial en China, como su día nacional, y la presidenta Tsai Ing-wen pronunciará un discurso de apertura en Taipei el domingo.
Lla presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pronunciará un discurso de apertura en Taipei el domingo.
Tsai, hablando en una recepción del día prenacional en una base aérea en Hsinchu, en el norte de Taiwán, el sábado por la noche, agradeció a las fuerzas armadas por proteger a Taiwán, aunque no mencionó las tensiones con China.
«Continuaremos trabajando duro para mantener firmes las líneas del frente de la democracia y la libertad», dijo.
China conmemora la revolución recordando los llamamientos del líder republicano Sun Yat-sen al patriotismo, el rejuvenecimiento nacional y el buen gobierno.
Xi usó el discurso para subrayar la necesidad de «una fuerza fuerte para liderar el país, y esta fuerza fuerte es el Partido Comunista Chino».
«Sin el Partido Comunista Chino, no habría una Nueva China y, por lo tanto, no habría rejuvenecimiento del pueblo chino», dijo.
Xi ha reforzado el control del partido en todos los aspectos de la vida y es casi seguro que romperá el protocolo y permanecerá como jefe del Partido Comunista por un tercer mandato a fines del próximo año, cuando un congreso elegirá un nuevo liderazgo para los próximos cinco años.
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