Aseguró, en una entrevista con el diario El País, que no quiere juzgar a Donald Trump antes de ver su mandato
Foto: Agencias
España- Ante marchas y concentraciones que se han desatado luego de la toma de la presidencia de los Estados Unidos, por el magnate Donald Trump, el Papa Francisco pidió prudencia, aunque aclaro: «No me gusta anticiparme a los acontecimientos. Veremos qué hace».
«Hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades», afirmó en una entrevista al periódico español El País el pasado 20 de enero.
En este sentido, advirtió de que «en momentos de crisis, no funciona el discernimiento» y los pueblos buscan «salvadores» que les devuelvan la identidad «con muros y alambres».
Durante la entrevista el Sumo Pontífice hablo sobre el drama de los refugiados o la prostitución en manos de las mafias, admite haberse sentido a veces «utilizado» por sus compatriotas argentinos, y por la desproporción económica en la que la mayor parte de la fortuna del mundo está en manos de unos pocos.
En cuanto al tema de la inmigración aseguró que es necesario empezar un proceso de integración: «cuando no hay integración se crean guetos, y no le echo la culpa a nadie, pero de hecho hay guetos», y pone el exitoso ejemplo integrador de Suecia al respecto.
«Es el consejo que doy a cualquier país. Por favor, diálogo. Como hermanos, si se animan, o al menos como civilizados. No se insulten. No se condenen antes de dialogar», detalló.
«No se puede concebir una política sin diálogo. Y eso vale para España y para todos. Así que si usted me pide un consejo para los españoles, dialoguen. Si hay problemas, dialoguen primero», puntualizó.
Jorge Mario Bergoglio contó que su mayor preocupación sobre la iglesia es mantener su cercanía con la gente. «Una Iglesia que no es cercana no es Iglesia. Es una buena ONG», dijo.
Sobre la labor de la diplomacia vaticana que públicamente agradecieron Barack Obama y Raúl Castro en el acercamiento de ambos países, aseguró que «la historia juzgará las cosas».
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