El secretario Marco Rubio reprochó que la Usaid se haya utilizado como una «organización benéfica» y no como un instrumento para promover los intereses nacionales en el exterior. «Con demasiada frecuencia, estos programas promovieron ideales y organizaciones antiestadounidenses»
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, anunció el fin de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), que dejará oficialmente de proporcionar asistencia internacional a partir de este martes 1 de julio, después de meses en los que el gobierno de Donald Trump arremetió contra un mecanismo del que dependen muchos programas de ayuda que se desarrollan por todo el mundo.
«Los únicos que vivían bien eran los jefes de innumerables oenegés (…), mientras que aquellos a quienes pretendían ayudar quedaban aún más atrás», afirmó el funcionario estadounidense en una carta en la que reiteró no cumplía con los estándares de la Administración de Trump.
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Rubio incidió en la teoría de que muchos de estos programas de ayuda externa no servían a los intereses del pueblo estadounidense. «Los países que más se benefician de nuestra generosidad no suelen corresponder», aseveró, y les reprochó a esas naciones que no estén del lado de Estados Unidos en foros internacionales.
«Los objetivos de desarrollo rara vez se han cumplido, la inestabilidad ha empeorado con frecuencia y el sentimiento antiestadounidense no ha hecho más que crecer», justificó el secretario de Estado, quien aseguró que entre los beneficiarios de estos fondos hay aliados de Hamás.
«Esta era de ineficiencia ha llegado oficialmente a su fin. Bajo la Administración Trump, finalmente tendremos una misión de financiación extranjera en Estados Unidos que prioriza nuestros intereses nacionales», enfatizó.
Rubio explicó que a partir de este 1 de julio la Usaid dejará de funcionar y será el Departamento de Estado quien se encargue de financiar los programas de ayuda exterior que se alineen con los intereses de Washington. «Deben estar en consonancia con la política exterior de Estados Unidos primero», precisó.
Rubio reprochó que la Usaid se haya utilizado como una «organización benéfica» y no como un instrumento para promover los intereses nacionales en el exterior. «Con demasiada frecuencia, estos programas promovieron ideales y organizaciones antiestadounidenses», indicó.
«Los estadounidenses no deberían pagar impuestos para financiar gobiernos fallidos en países lejanos», añadió. Rubio detalló que la nueva ayuda «será específica y limitada en el tiempo» y que tendrán prioridad aquellos países que demuestren «capacidad y voluntad de ayudarse a sí mismos».
En contraste, un estudio publicado este lunes por la prestigiosa revista científica «The Lancet» reveló que los recortes a la Usaid podrían provocar más de 14 millones de muertes adicionales en 2030, un tercio de ellas de niños.
El Gobierno de Estados Unidos ha cancelado más del 80 % de los programas de su agencia de ayuda internacional, el equivalente a unos 5.200 contratos, anunció en marzo el propio secretario de Estado.
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