Movimientos como Vem Pra Rua, Brasil Livre o Revoltados On Line, que se dicen hartos de la corrupción y las penurias económicas
Foto: AFP
La mandataria esta acusada de maquillar las cuentas públicas y actualemnte tiene una popularidad de apenas 10%
Brasilia — Apenas unos 3 mil brasileños vestidos con el verde y amarillo de la bandera nacional marcharon pacíficamente ayer hacia el Congreso Nacional para exigir la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Las manifestaciones convocadas este domingo por grupos opositores en todo el país servirán de test para medir la insatisfacción popular y pueden pesar en el voto de los legisladores que estudian su destitución.
Hartos de la corrupción y en medio de la peor recesión económica en décadas, la inflación en dos dígitos y el alza del desempleo, muchos manifestantes rodeaban un gigantesco muñeco inflable de la mandataria con una gran nariz apodado de «Dilmentiras», frente al Congreso.
«La policía hizo preparativos con una estimación de 60 mil asistentes, pero una hora después del comienzo de la marcha solo había unos 3 mil manifestantes, dijo a la AFP el coronel Alexandre Sergio, a cargo del operativo de seguridad.
Rousseff enfrenta un procedimiento de impeachment en el Congreso que ha sido liderado por Eduardo Cunha, jefe de Diputados e investigado a su vez por corrupción en el marco del megafraude a la estatal Petrobras.
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