El presidente electo de Brasil solicitó celebrar la COP de 2024 en la Amazonía de su país
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva aseguró este miércoles que su país «está de vuelta en el escenario mundial»; esto durante la penúltima jornada de la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Sharm el-Sheikh, Egipto.
El líder obrero, quien por un estrecho margen ganó en las urnas hace dos semanas al actual presidente Jair Bolsonaro, recalcó que «la Amazonía tiene un gran significado para el mundo» y propuso que la COP de 2025 se celebre en uno de los estados brasileños que pertenecen a la selva amazónica. Abundó que la COP de 2025 puede celebrarse en «dos estados aptos» para esa cita, los de Amazonas y Pará, explicó que planteará esa opción al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
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«Tenemos que demostrar que un árbol en pie tiene más valor que uno caído», espetó el presidente electo ante la multitud de simpatizantes que lo vitoreó y aplaudió a su llegada a Sharm el-Sheikh, sede de la COP27, y desde allí instó a «acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales», al tiempo que prometió una «lucha muy fuerte» para frenar la deforestación de la Amazonía; tragedia ecológica que Bolsonaro impulsó durante sus mandato que se extingue el próximo 1 de enero cuando Lula vuelva al palacio de Planalto para un inédito tercer período presidencial en Brasil.
Brasil saldría del aislamiento
«Brasil no puede estar aislado como lo estuvo en los últimos cuatro años», señaló Lula en franca al gobierno de Bolsonaro, al que acusó de no realizar «ningún esfuerzo para conversar con el mundo», afirmó.
Está previsto que Lula se reunirá con los representantes de EE. UU., China y de la Unión Europea en las últimas dos jornadas de la conferencia sobre el clima organizada por Naciones Unidas.
Vale destacar que el pasado martes, John Kerry, enviado climático de EE. UU. y representante de esa nación en la COP27, señaló que confiaba en que Lula traería un cambio completo en el enfoque de Brasil sobre el medio ambiente, reseñó entonces.
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