Foto: Agencias
La Habana — La delegación de las las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los diálogos de paz de La Habana pidió ayer que «no haya impunidad» para el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, a quien acusó de ser uno de los «máximos responsables» de la violencia en su país.
«Un individuo como Uribe, identificado plenamente como uno de los máximos responsables de la violencia ejercida desde el poder contra los de abajo, no podría tener perdón», sostuvo la guerrilla en una declaración leída a la prensa por el jefe de su equipo negociador, «Iván Márquez» (alias de Luciano Marín Arango).
El grupo insurgente respondió a declaraciones de Uribe realizadas en Madrid en las que dijo estar dispuesto a aceptar una «reducción» de las sentencias a los miembros de la guerrilla, «pero no la impunidad», y se mostró contrario a que los autores de «delitos atroces» puedan integrarse en la vida política.
A Uribe lo acusan de llegar al gobierno «con la ayuda de los fusiles humeantes de los capos militares», financiar sus campañas presidenciales «con maletas repletas de dólares del narcotráfico», y de autorizar al capo de la droga Pablo Escobar «docenas de pistas de aterrizaje para el trasiego de cocaína».
Las FARC también afirmaron que Uribe otorgó a sus hijos, zonas francas y negocios de Estado, «para que se enriquecieran de la noche a la mañana».
Condiciones para la paz
Las FARC cree que por primera vez hay condiciones de firmar un acuerdo de paz con el gobierno colombiano, y destaca el «entorno internacional altamente favorable» para el éxito de la negociación, según declaraciones de Ricardo Téllez, alias «Rodrigo Granda», quien forma parte del equipo de las FARC que negocia en Cuba un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, con miras a terminar el conflicto armado de 50 años.
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