El Departamento de Justicia y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no están de acuerdo con la decisión del tribunal de distrito y apelarán, sujeto a la conclusión de los CDC de que la orden sigue siendo necesaria para la salud pública
En un fallo de 59 páginas, la jueza federal de distrito Kathryn Kimball Mizelle, con sede en Tampa, dijo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se extralimitaron en su autoridad al emitir la orden de salud original en la que se basó la directiva de la TSA. Agregó que la orden tenía fallas graves, porque los CDC no siguieron los procedimientos adecuados para la elaboración de reglas.
Kimball, a quien se le atribuyen vinculaciones con el sector de Donald Trump, dictaminó que el requisito de uso de la mascarilla en el transporte público, como es el caso de los aviones, era inconstitucional porque excedía la autoridad de los comités técnicos para el control de enfermedades (CDC) y la agencia de salud no proporcionó razonamiento alguno que justifique el mandato.
De inmediato, las aerolíneas empezaron a no exigir el uso de mascarillas. Pero el asunto aún puede ir a más porque el Departamento de Justicia anunció el martes que si los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) determinan que las mascarillas siguen siendo necesarias, apelará la decisión de la juez de Florida, lo cual también se puede leer en sentido inverso: si no lo determinan, no apelará y se habrá acabado el uso de estas en los aviones, lo que marca una tendencia mundial porque Estados Unidos es un referente.
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«El Departamento de Justicia y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no están de acuerdo con la decisión del tribunal de distrito y apelarán, sujeto a la conclusión de los CDC de que la orden sigue siendo necesaria para la salud pública», dijo el portavoz Anthony Coley en un comunicado.
La medida se produce después de que el Departamento de Justicia pasó gran parte del último día considerando si impugnar una decisión judicial que tomó por sorpresa a gran parte de la administración, la industria de las aerolíneas, los departamentos locales de transporte público y los estadounidenses comunes. Una apelación significaría que la administración se dirigiría a un tribunal superior para extender el mandato, a pesar de que muchas aerolíneas y sistemas de transporte público ya han decidido hacer que las máscaras sean opcionales luego del fallo judicial.
Si ocurre una apelación contra la decisión del uso de mascarillas, sería una medida arriesgada que podría limitar la capacidad del gobierno para hacer mandatos similares en el futuro. Si el 11° Circuito, que supervisa las apelaciones de Florida, confirma el fallo que anula el mandato, sería un precedente para todos los demás tribunales federales en ese circuito, que cubre el sureste. Un fallo de la Corte Suprema que confirme la decisión de anular el mandato haría que las conclusiones del juez sobre la autoridad de los CDC fueran vinculantes en todo el país.
Para la OMS, no se puede bajar a guardia, el COVID sigue ahí, la emergencia sanitaria continúa, pero la juez Kimball no repara en el tema de la salud, sino en un detalle técnico/jurídico.
La Casa Blanca dijo que la orden del uso de mascarillas ya «no está vigente en este momento» y calificó la decisión de la corte como decepcionante.
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