Madrid — Una auditoría externa de las cuentas y un código de conducta de los miembros de la casa real: los servicios del rey Felipe VI de España anunciaron ayer nuevas medidas tras la promesa del monarca de una Corona «íntegra y transparente».
Estas medidas, que deben entrar en vigor en 2015, llegan tras los escándalos que golpearon a la familia del rey, con la inculpación de su hermana, la infanta Cristina y su cuñado, Iñaki Urdangarin.
«Sin perjuicio de los controles internos, se considera oportuno que las cuentas de la casa de su majestad sean sometidas anualmente a una auditoría externa», anunció el palacio en un comunicado.
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