El próximo lunes será Rousseff quien tome el derecho de palabra para defender su posición y argumentar su inocencia ante tales acusaciones
Foto: Agencias
Brasil — La primera mujer presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue destituida provisionalmente de su cargo el pasado 12 de mayo, acusada por presunta violación de normas fiscales y la manipulación de las cuentas del gobierno, ocultando así la magnitud de un déficit presupuestal.
Este jueves 25 de agosto se llevó a cabo el escandaloso juicio que decidiría su futuro. El mismo, se celebró entre gritos y acusaciones entre los senadores, quienes se exclamaban cosas como «falta de moral», «esclavista» y «aspirador de cocaína»; lo que logró retrasar un poco el cronograma establecido para la exposición de los testigos.
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, abrió el juicio con un contundente mensaje: «A partir de hoy cada senador se convierte en un juez que deberá actuar conforme a su conciencia sin tener en cuenta preceptos ideológicos o partidarios».
Este juicio sería la estocada final para decidir si Dilma Rousseff será destituida definitivamente o si podría regresar al poder y bajo cuáles condiciones.
Luego de esto, el próximo lunes será Rousseff quien tome el derecho de palabra para defender su posición y argumentar su inocencia ante tales acusaciones.
Según politólogos brasileños, el juicio podría llevar a cabo su decisión definitiva en horas de la madruga del viernes, por lo que hasta el cierre de esta edición, no había un pronunciamiento oficial definitivo sobre el futuro de Dilma.
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