Washington – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendrá una reunión virtual con el líder chino Xi Jinping el lunes, dijo la Casa Blanca, las conversaciones que Washington espera generarán cierta estabilidad en medio de crecientes tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.
Se espera que sea la reunión más extensa de los líderes bajo la administración de Biden y seguirá a una llamada telefónica entre los dos el 9 de septiembre.
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Washington y Beijing han estado discutiendo temas desde los orígenes de la pandemia de COVID-19 hasta la expansión del arsenal nuclear de China.
Los funcionarios estadounidenses creen que el compromiso directo con Xi es la mejor manera de evitar que los lazos se conviertan en conflictos.
«Los dos líderes discutirán formas de gestionar responsablemente la competencia (…) así como formas de trabajar juntos donde nuestros intereses se alineen», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
«El presidente Biden dejará claras las intenciones y prioridades de Estados Unidos y será claro y sincero sobre nuestras preocupaciones», agregó.
Lo que les conviene a Joe Biden y a Xi Jimping
Beijing también está ansioso por evitar la confrontación, ya que Xi enfrenta un año crucial por delante con la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno en China y un Congreso clave del Partido Comunista donde busca asegurar un tercer mandato sin precedentes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el sábado que los líderes intercambiarían puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y temas de interés común en la cumbre, que tendrá lugar el martes por la mañana en Asia.
Un alto funcionario estadounidense dijo que Biden dejaría en claro que le da la bienvenida a la dura competencia con China, pero que no quiere conflictos, y minimizó la probabilidad de una larga lista de resultados a menudo vinculados a reuniones de alto nivel.
«No se trata de buscar entregables o resultados específicos», dijo el funcionario, y agregó en referencia a la República Popular China: «Mientras competimos con la República Popular China, el presidente Biden espera que el presidente Xi cumpla las reglas».
La reunión se producirá después de que Joe Biden firme un acuerdo de infraestructura bipartidista de $ 1 billón en una gran ceremonia el lunes para celebrar los planes de renovación nacional que cree que posicionarán a Estados Unidos para competir con China.
Los funcionarios estadounidenses han minimizado la posibilidad de avances en el comercio, donde China se está quedando atrás en su compromiso de comprar 200.000 millones de dólares más en bienes y servicios estadounidenses.
Sin embargo, China ha seguido presionando para que se alivien los aranceles de cientos de miles de millones de dólares impuestos por el ex presidente Donald Trump, argumentando que esto podría ayudar a ambas partes al aliviar la inflación y aumentar el empleo.
Visiones competentes
Biden y Xi describieron visiones en competencia en las reuniones del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) esta semana, con Biden enfatizando el compromiso de Estados Unidos con un «Indo-Pacífico libre y abierto», que Washington dice que enfrenta una creciente «coerción» china, mientras que Xi advirtió contra el regreso de las tensiones de la Guerra Fría.
Al dirigirse a los líderes de APEC el viernes, Xi habló de la necesidad de «apegarse al diálogo en lugar de la confrontación, la inclusión en lugar de la exclusión e integración en lugar del desacoplamiento», una aparente referencia a los movimientos de Estados Unidos para hacer que las cadenas de suministro clave sean independientes de China.
El clima es una prioridad para Joe Biden, y China y Estados Unidos, los dos mayores emisores de carbono del mundo, dieron a conocer un acuerdo en las conversaciones globales en Glasgow esta semana para impulsar la cooperación, incluso reduciendo las emisiones de metano, eliminando el consumo de carbón y protegiendo los bosques.
Sin embargo, las superpotencias se han enfrentado cada vez más por el gobierno autónomo de Taiwán, que Pekín afirma como propio y que Washington debe proporcionar los medios para defenderse.
El secretario de Estado Antony Blinken enfureció a China esta semana cuando dijo que Washington y sus aliados tomarían «medidas» no especificadas si China usara la fuerza para alterar el status quo de Taiwán, enturbiando aún más la política estadounidense de «ambigüedad estratégica» de larga data.
El diplomático chino Wang Yi dijo a Blinken en una llamada el sábado que Estados Unidos no debería enviar señales equivocadas a las fuerzas independentistas de Taiwán, según un comunicado en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
«Si Estados Unidos realmente quiere mantener la paz en el Estrecho de Taiwán, debería oponerse clara y resueltamente a cualquier comportamiento independentista de Taiwán», dijo Wang.
Wang y Blinken también intercambiaron puntos de vista sobre áreas que incluyen la eficiencia energética, el cambio climático y el problema nuclear de Irán y acordaron mantener el diálogo sobre los desafíos globales, dijo China.
Daniel Russel, el principal diplomático estadounidense para Asia bajo la administración de Obama, dijo que tanto Biden como Xi estaban preocupados por el riesgo de que se intensificara un incidente militar.
«Biden sabe que las herramientas para la prevención y la gestión de crisis están oxidadas, por lo que deberíamos esperar que presione para poner en marcha salvaguardas o ‘barandillas’ para reducir el riesgo», dijo.
Russel dijo que la llamada de Biden-Xi del 9 de septiembre comenzó con la lista de quejas de Xi, pero terminó con un acuerdo constructivo para que los funcionarios continúen las discusiones.
«Esto sugiere que la relación personal que Biden construyó con Xi hace una década todavía es fuerte, y que cada conversación puede agregar algo de estabilidad a la mezcla».
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