Irán describió el ataque de Estados Unidos contra tres de sus instalaciones nucleares este sábado como un comportamiento «extremadamente peligroso, ilegal y criminal»
«Estados Unidos, un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha cometido una grave violación de la Carta de la ONU, del derecho internacional y del TNP (Tratado de No Proliferación) al atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán», escribió.
Así lo advirtió el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, en la red social X en horas de la mañana del domingo de Irán.
«Los eventos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas. Cada uno de los miembros de la ONU debe estar alarmado por este comportamiento extremadamente peligroso, fuera de la ley y criminal», subrayó.
Y agregó: «De acuerdo con la Carta de la ONU y sus disposiciones que permiten una respuesta legítima en legítima defensa, Irán reserva todas las opciones para defender su soberanía, intereses y pueblo».
El primero en informar de los ataques fue el presidente de EE.UU., Donald Trump, en horas de la tarde del sábado.
«Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán, entre ellas Fordo, Natanz e Isfahán», escribió en su red social, Truth Social.
En una declaración televisada posterior, explicó que el objetivo era «la destrucción de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y un alto a la amenaza nuclear planteada por el Estado patrocinador del terror número uno».
Y describió la operación como un «éxito militar espectacular».
También informó que se realizó en coordinación con Israel, algo que luego confirmó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien felicitó a Trump por la incursión.
«La historia recordará que el presidente Trump actuó para negarle al régimen más peligroso del mundo las armas más peligrosas del mundo», añadió Netanyahu.
En contexto
rán ha defendido siempre que sus instalaciones no tienen fines militares, es decir, que no se usan para fabricar armas, sino para producir energía, una idea que volvió a subrayar el ministro de Relaciones Exteriores tras los ataques estadounidenses de este sábado.
Desde el inicio de los ataques entre Irán e Israel el pasado 13 de junio, estaba sobre la mesa la pregunta de si EE. UU. intervendría o se mantendría al margen.
Cuando aún no estaba claro por qué se decantaría Trump, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ya advirtió de las consecuencias de una potencial incursión de EE. UU.; «Cualquier forma de intervención militar estadounidense sin duda tendrá como consecuencia un daño irreparable», dijo en un mensaje el 18 de junio, que fue leído por un presentador de la televisión estatal iraní.
«Las personas sabias que conocen Irán, su gente y su historia nunca hablan a esta nación con amenazas, porque los iraníes no se rinden», agregaba el mensaje del clérigo.
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Irán niega graves consecuencias al bombardeo
Después de que las autoridades iraníes confirmara la operación de EE. UU., la televisión estatal de ese país ha tratado de restarle importancia y dijo que las tres instalaciones nucleares atacadas, Fordo, Natanz e Isfahán, ya habían sido evacuadas.
Irán «no sufrió un golpe importante porque los materiales ya habían sido retirados«, afirmó el subdirector político de la cadena estatal iraní, Hassan Abedini.
Uno de los presentadores afirmó que la destrucción total de Fordo que anunció Trump no es cierta, y que «solo se averiaron dos túneles a la entrada y la salida».
La Organización de Energía Atómica de Irán, por su parte, calificó el ataque de «salvaje», y señaló que «a pesar de los planes maliciosos de los enemigos», los científicos y expertos «mantendrán el avance de la industria nuclear del país».
El OIEA ha confirmado la información facilitada por el organismo iraní y ha asegurado que «hasta el momento, no se ha registrado ningún aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones», argumentando que «proporcionará evaluaciones adicionales sobre la situación en Irán a medida que se disponga de más información». Su director general, Rafael Grossi, ha convocado este lunes una reunión de emergencia de la Junta de Gobernadores de la agencia de la ONU «en vista de la urgente situación en Irán», ha anunciado el diplomático argentino en la red social X.
Otras reacciones
«Estoy profundamente alarmado por el uso de la fuerza por parte de los Estados Unidos contra Irán hoy. Se trata de una escalada peligrosa en una región que ya se encuentra al borde del abismo, y una amenaza directa para la paz y la seguridad internacionales», escribió este sábado en X el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.
Y agregó que «existe un riesgo creciente de que este conflicto se salga rápidamente de control, con consecuencias catastróficas para la población civil, la región y el mundo».
Políticos demócratas en EE.UU. han criticado la decisión de Trump argumentando que se trata de una escalada que puede traer consecuencias devastadoras para el país y que el presidente pasó por encima del Congreso y violó la Constitución.
Los copartidarios de Trump, como el senador republicano Mitch McConnell, han, por el contrario, celebrado su decisión. «Aprovechar esta oportunidad no es una escalada hacia la guerra, sino una respuesta prudente a los belicistas de Teherán», escribió McConnell.
En América Latina, el presidente chileno, Gabriel Boric, condenó el ataque en tanto «atacar centrales nucleares está prohibido por el derecho internacional».
Su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel sumó que los hechos de hoy arrastran «a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias».
Un funcionario le dijo a la agencia de noticias Reuters que los bombarderos B-2 estuvieron involucrados en los ataques estadounidenses.
Se cree que EE.UU. usó esos aviones para accionar el penetrador de municiones masivo (MOP) GBU-57A/B, la mayor bomba no nuclear «rompebúnkeres» del mundo.
Se trata de un arma de 13.600 kg de peso que solo posee ese país y que solo pueden llevar los B-2, aviones de más de 50 metros de envergadura.

Edificio de Tel Aviv impactado por un misil lanzado por Irán este domingo. Los rescatistas y el personal de seguridad trabajan en el sitio afectado, el 22 de junio de 2025 en un ataque posterior al de EE. UU.
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