Irak: epicentro del califato sunita del Levante

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17 de junio, 2014 - 1:38 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Foto: Agencias

El golpe de Estado a finales de febrero en Ucrania tuvo como cortina las Olimpíadas de Invierno de Sochi. Esta vez el Mundial de Brasil sirvió como pantalla para esta conspiración global estadounidense contra los regímenes progresistas de Oriente Medio, apoyada por la medioeval monarquía saudí

 

La organización Emirato Islámico de Irak y el Levante (EIIL), supuesto sello de Al Qaeda en ese país y Siria —junto con el Frente Al Nusra—, primero comenzó por agudizar los atentados terroristas contra la mayoría chiíta —la rama mayoritaria del islam en el país— promoviendo la guerra sectaria contra los sunitas —minoría que gobernó el país hasta la caída de Saddam Hussein—, para luego, cínicamente, armar un corredor controlado desde las cercanías de Alepo —al norte de Siria— hasta algunas ciudades de la provincia de Al Anbar, ubicada en el norte de Irak.

Los terroristas de la organización propiciada por Arabia Saudí, EIIL, se apoderaron el 10 de junio de buena parte de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, capturaron rehenes, e impulsaron una enorme ola de refugiados. Según el Washington Post, los militantes capturaron las oficinas del gobierno, dos prisiones, dos TV, el banco central y el aeropuerto, diversas estaciones policiales, una importante base militar que anteriormente sirvió de centro de operaciones de EE UU en el norte de Irak. En el proceso, también capturaron una cantidad, aún no determinada, de armas y suministros militares, buena parte de estos proveídos por EE UU, cuando colapsaron las fuerzas de seguridad iraquíes entrenadas por Gran Bretaña-EE UU. También capturaron, según  Russia Today, el consulado turco, tomando 49 rehenes, entre ellos el cónsul, junto con 31 conductores de camiones turcos. Esto obviamente es un problema real para Ankara, donde el gobierno de Erdogan ha estado apoyando las tareas de sus hermanos del EIIL, en Siria, para derrocar al gobierno de Al-Assad.

Mientras que Washington apoya al desdichado primer ministro Nouri al Maliki (chiíta) y su gobierno electo en Irak, Obama sigue exigiendo el derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria, a pesar de que ambos líderes levantan armas contra los alqaedistas vencedores de Mosul y Tikrit.

La ofensiva del EIIL está avanzando hacia el sur de Mosul, apoderándose de Tikrit. Como lo ha destacado un observador, no hubo un «Al Qaeda en Irak» —que ahora lo tenemos con el nombre de EIIL— cuando Saddam Hussein gobernaba en Bagdad. Esto es totalmente producto de los ocho años de ocupación estadounidense y es el legado que le han dejado a los iraquíes las políticas de Bush, Cheney y Obama.

El primer ministro iraquí, al-Malaki, hizo un llamado al parlamento para que declare el estado de emergencia, en medio de una crisis que se ha intensificado en los últimos meses, pero lo extraordinario fue la rapidez sorprendente con la que el EIIL avanzó sobre Mosul, y el colapso de las fuerzas de seguridad iraquíes frente a la masacre. Las que respondían al credo sunita se pasaron a los terroristas, por entendido bajo una lluvia de petro-dólares.

Reacción internacional

No solo hay una movilización interna total en Irak ante el avance bárbaro, sino que EE UU, en su desconcierto inicial, ya comienza a sopesar la posibilidad de intervenir con su aviación —¿para respaldar a los sunitas?—. Irán acude en ayuda de Bagdad, y China se muestra también dispuesta a intervenir para defender a Irak. Dos batallones de las Fuerzas Quds, la temida élite de la Guardia Revolucionaria de Irán, fueron desplegados para ayudar al gobierno de Bagdad.

Fuerzas combinadas de Irán e Iraq lograron retomar el 85% de la ciudad de Tikrit, el sitio de nacimiento del exdictador Saddam Hussein. Además, las fuerzas iraníes están ayudando a resguardar Bagdad, la capital, y las ciudades de Nayaf y Karbala, luego de que surgiera un audio en el que militantes afiliados a Al Qaeda amenazaran con tomar dichas ciudades. Teherán también posicionó tropas junto a su frontera con Irak y amenazó con atacar a los terroristas vía aérea si se acercan a menos de 100 km de distancia de suelo iraní. Un general informó que Teherán está considerando mover tropas desde Siria a Iraq si el despliegue actual no logra dar la victoria inmediata a las fuerzas iraquíes. Las medidas tomadas indican que Teherán está involucrado en la crisis, y que sus fuerzas armadas y guardias fronterizos se encuentran en máxima alerta. El objetivo, por lo pronto, es proteger las ciudades sagradas para los chiítas.

Los terroristas del EIIL mostraron en un improvisado desfile el armamento robado al Ejército Iraquí. El botín de guerra incautado no es ninguna guasa pues hay muchas armas de gran calibre que se llevarán a otras partes de Irak y quizá a Siria. Además de haber robado muchísimo armamento, vehículos y artillería pesada, los terroristas se pusieron en unos 429 millones de dólares, así como numerosos lingotes de oro.

Un millón y medio de iraquíes se han alistado para combatirl al EIIL

El clérigo chií de mayor influencia en Irak, Ali Sistani, realizó un llamamiento a las armas mientras los suníes —liderados por los yihadistas del ISIS— siguen tomando localidades rumbo a la capital, Bagdad. El llamamiento tuvo lugar durante la oración del viernes, mientras la ofensiva yihadista prosigue y la ONU alertaba desde Ginebra de las ejecuciones sumarias —incluso de civiles— en Mosul, la segunda ciudad de Irak, recién tomada por el Isis.

Alrededor de dos docenas de miembros Takfiris del llamado Estado Islámico de Irak, y de Levante (EIIL), entre ellos de Arabia Saudita, murieron en los enfrentamientos. El ejército iraquí dice que sus fuerzas han destruido 60 vehículos pertenecientes a los militantes en la ciudad del norte de Baquba. Los enfrentamientos mortales y liberación de la vecindad de Mosul vienen después de que el portavoz EIIL Abu Mohammed al-Adnani pidió a los terroristas marchar adelante hacia la capital del país, Bagdad y Karbala.

Entretanto, nuevos informes de las autoridades dicen que los militantes EIIL han sorprendido a la localidad de Dhuluiyah y el área Muatassam. Los militantes Takfiris han tomado el control de algunas partes de las zonas del norte del país, incluida la ciudad de Mosul. Un millón y medio de iraquíes se han presentado en centros de reclutamiento para luchar contra el grupo terrorista Estado Islámico en Iraq y Levante (EIIL).

Corolario

¿A quién le conviene el caos para aumentar su presencia militar en la región? Algunas de esas respuestas están no solo en el reacomodo de la región con la consolidación de Irán como actor de veto, sino en la pérdida de peso del Medio Oriente como fuente energética para EE UU. La lucha es multisectorial y religiosa. Por un lado los intereses del imperialismo anglo-sionista que quieren acabar con los movimientos nacionalistas independientes —Siria-Líbano-Irak— mediante la criminalidad terrorista de Arabia que no quiere el gasoducto iraní, y por el otro, los pueblos que luchan por el progreso republicano, láico y democrático.

Y en medio del caos/guerra, los intereses de las transnacionales petroleras contrarios a la impresionante influencia de China, Rusia, e Irán, en la región.

El Califato Islámico de Irak y el Levante

Los combatientes sunitas del Emiraro Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que en los últimos días lanzaron una arrolladora ofensiva militar en el norte y oeste del territorio iraquí, intregran la organización yihadista más radical en Oriente Medio.

Constituido en 2004 como una extensión de la red Al Qaeda en Irak, a la que sobrepasa en actos de brutalidad, el EIIL amplió su radio de operaciones a la vecina Siria tras el estallar el conflicto hace más de tres años en esa nación.

Su objetivo es instaurar un Califato sunita en toda la región como resultado de los territorios que conquistan tanto en Siria como en Irak, un objetivo que los ha convertido en enemistados rivales de su organización matriz —al Qaeda—+, y de la filial de ésta en Siria, el frente al Nusra.

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