Esto, ante el auge sostenido de las protestas realizadas por la población francesa agrupadas en el movimiento de los llamados chalecos amarillos.
Suspendo por seis meses la aplicación de estas medidas fiscales. (…) Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la Nación», dijo Philippe en una declaración televisada. «Hay que estar sordos» para «no escuchar la cólera» de los franceses, agregó. En un principio, tanto él como Macron se habían mostrado renuentes a suspender el alza.
Las nuevas medidas fueron decididas en una reunión entre el presidente francés, Emmanuel Macron, con los diputados de La República en Marcha (LREM), el partido oficialista.
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