La Paz — Un total de 702 suboficiales y sargentos bolivianos han sido expulsados de las Fuerzas Armadas, acusados de «amotinamiento» y «sedición».
Los soldados movilizados desde principios de abril exigen mejoras salariales, frenar lo que consideran discriminación en la institución castrense y la renuncia del ministro de defensa, Rubén Saavedra.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió este viernes disciplina en las Fuerzas Armadas y afirmó que abandonar el cuartel «es traición a la patria«, en el quinto día de protestas de suboficiales que exigen reformas. El gobierno les acusa de haberse reunido con opositores.
El mismo Saavedra señaló que «estamos frente a un amotinamiento de suboficiales, y sargentos que se han equivocado de camino para dar a conocer sus peticiones».
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Víctor Baldivieso, advirtió por su parte que la discriminación que denuncian los soldados «no es pretexto para la sedición y para promover un golpe de Estado».
Las manifestaciones han sido secundadas por unos mil soldados de bajo rango, de los más de 9.000 que integran las FF.AA.
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