Ciudad del Vaticano — El papa Francisco manifestó ayer que mientras el dinero puede servir para realizar cosas buenas, la avaricia «destruye a las personas, a las familias y la sociedad», así como «la fraternidad humana».
El Pontífice hizo estas manifestaciones en la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, y durante la que aludió al gran número de familias que se han visto destruidas por problemas de dinero con enfrentamientos de «hermano contra hermano y padre contra hijo».
«El dinero puede ser útil para hacer cosas buenas y la pobreza no va buscada como tal, sino como instrumento para entender la medida de la existencia e ir en busca del Señor. El apego al dinero, en cambio, destruye la fraternidad humana y corrompe a las personas», explicó el Pontífice.
El papa Bergoglio recordó, además, las enseñanzas de la parábola del hombre rico: «lo que destruye es la avaricia, el querer tener cada vez más».
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