El papa Francisco llamó a la paz y a la tolerancia para con el mundo cristiano, ante la arremetida en su contra
Foto: Agencias
Esta tercera Pascua que celebra Francisco está ensombrecida por la masacre contra estudiantes kenianos, en su mayoría cristianos
Ciudad del Vaticano — El papa Francisco exigió ayer, con motivo de la Pascua, que cesen las tragedias y persecuciones en África y Medio Oriente, en un clima de violencia en nombre de la religión ensombrecido aún más por la matanza de cristianos en Kenia.
«Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida, y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia», dijo Francisco desde el balcón de la basílica de San Pedro antes de impartir su tradicional bendición «Urbi et Orbi».
Jorge Bergoglio, de 78 años, con el semblante pálido y severo, ofició bajo una fuerte lluvia esta misa solemne en la explanada de la basílica de San Pedro.
«Quien lleva en sí la fuerza de Dios, su amor y su justicia, no necesita usar la violencia» amonestó el pontífice, refiriéndose a los grupos religiosos que recurren a la guerra, pero sin mencionar a los movimientos yihadistas.
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