Gobierno, jueces y ciudadanía reclamaban, ayer, aclarar el deceso
Foto: AFP
El jefe del gabinete, Jorge Capitanich, pidió que se investigue «hasta las últimas consecuencias», y garantizó «todo el apoyo institucional».
Buenos Aires — No había restos de pólvora en las manos del fiscal Alberto Nisman, hallado muerto el domingo por un disparo en la sien, en vísperas de explicar ante el Congreso una denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner.
Tras la muerte de Nisman, que acusó el miércoles pasado a Kirchner y a su canciller Héctor Timerman de encubrir a Irán en la causa por el atentado antisemita de 1994, el gobierno, jueces y ciudadanía reclamaban ayer aclarar el deceso investigado como suicido o «instigación al suicidio».
El jefe de gabinete, Jorge Capitanich, pidió que se investigue «hasta las últimas consecuencias», y garantizó «todo el apoyo institucional».
Viviana Fein, quien investiga la muerte de Nisman, dijo que «el resultado del barrido electrónico de la mano de Nisman lamentablemente dio negativo, pero no es un resultado inesperado», declaró sin descartar suicidio. Dijo que en caso de armas como la calibre 22 que es usual que no se encuentren restos de pólvora.
Desde la madrugada del lunes el suceso sumió a Argentina en una tormenta de sospechas que sobrevuelan desde el oficialismo a la oposición.
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