La XXIV Cumbre Iberoamericana terminó en Veracruz con la aprobación de los documentos que certifican la renovación de este espacio de colaboración para darle un carácter bienal y objetivos más concretos. Los veintidós países miembros apostaron por favorecer políticas de inclusión social a través de la educación y la cultura y por la innovación como vía para superar las desigualdades sociales. Después de dos días de trabajo y debates, el colofón al encuentro lo puso la firma de los documentos aprobados en la cumbre, que incluyen la propia declaración, un programa de sección para los dos próximos años y otras once declaraciones.
En la clausura, el anfitrión, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se felicitó por la celebración de una cumbre centrada en temas de «enorme trascendencia» que representan una plataforma importante para impulsar la prosperidad, la inclusión y el combate a la pobreza».
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