La primera fase del proceso tiene hasta el momento a 21 imputados
Un exjefe militar confirmó ante la Corte Suprema de Brasil, que el expresidente Jair Bolsonaro planteó la posibilidad de impedir la investidura del actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de octubre de 2022.
El «sondeo» hecho por el entonces mandatario fue confirmado por el general Marco Antonio Freire Gomes, ex comandante del Ejército, siendo uno de los primeros testigos del proceso por golpismo contra el expresidente escuchados por la Primera Sala del Supremo.
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Según Freire Gomes, la posible «intervención», la cual incluía hasta una declaración de estado de sitio, fue planteada por Bolsonaro a los jefes militares en diciembre de 2022.
«Expuse la importancia de evaluar todas las consecuencias», declaró Freire Gomes, quien junto al exjefe de la Fuerza Aérea, Carlos Baptista Júnior, se opuso a la iniciativa, que según Bolsonaro estaba siendo «estudiada».
Trama golpista
Sin embargo, Freire Gomes aclaró que Bolsonaro fue advertido de que «no tendría apoyo» de las Fuerzas Armadas y que, si lo hiciera, «podría ser encuadrado jurídicamente».
El exjefe militar fue interrogado por el juez Alexandre de Moraes, relator del caso en el que las Fiscalía general actúa como parte acusadora.
Según la Fiscalía, la trama golpista inició después de que Bolsonaro perdiera las elecciones de octubre de 2022 frente a Lula, la conspiración habría desembocado en la asonada del 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula y cuando miles de bolsonaristas destrozaron las sedes del Supremo, el Congreso y la Presidencia para incitar una intervención militar que derrocara al nuevo Gobierno.
Supuesto «fraude» en las elecciones
Otro de los testigos escuchados este lunes fue el empresario Éder Balbino, especialista en informática contratado por el Partido Liberal (PL), que lidera Bolsonaro, con el objetivo de comprobar un supuesto fraude en las elecciones, sobre el que el líder de la ultraderecha advería desde antes de los comicios.
«No encontramos ninguna sospecha de fraude», declaró Balbino, cuya empresa hizo una auditoría de las urnas electrónicas usadas en el proceso.
Agregó que a pesar del resultado de su informe, el PL presentó una denuncia por supuestas irregularidades que fue rechazada por las autoridades electorales, precisamente por «ausencia de indicios».
En este mismo marco, otro de los testigos, Clebson Ferreira, exfuncionario del Ministerio de Defensa, confirmó que después de la primera vuelta, le fue pedido un «mapa» de los municipios en los que Lula había obtenido más votos.
En dichos municipios, según la acusación, fue denunciado que el día de la segunda vuelta la policía dificultó el acceso de los ciudadanos a los centros electorales, con la supuesta intención de restarle votos a Lula y favorecer al entonces presidente.
Núcleo 1
Bolsonaro siguió los interrogatorios mediante videoconferencia, así como también otros de los siete reos que integran el llamado «núcleo 1» de la trama golpista, quienes serán juzgados en esta primera fase del proceso, que hasta el momento tiene 21 imputados.
Entre otros de los acusados se encuentran Almir Gabriel, excomandante de la Marina; Anderson Torres, exministro de justicia; Augusto Heleno, exministro de Seguridad Institucional; Paulo Sergio Nogueira, exministro de Defensa; Walter Braga Neto, exministro de la Presidencia.
El grupo es completado con el exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y hoy diputado, Alexandre Ramagem, por cuya condición de aforado el bolsonarismo, intentó suspender sin éxito el proceso.
En total, la acusación y las defensas han convocado a un total de 82 testigos, que serán escuchados en diversas audiencias previstas para concluir el próximo 2 de junio.
Concluida esa fase, el proceso seguirá con interrogatorios a los ocho acusados, tras lo que la acusación y las defensas presentarán sus respectivos alegatos y el juicio quedará listo para sentencia.
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