«Me complace anunciar que Venezuela acordó reanudar los vuelos para recoger a sus ciudadanos que violaron las leyes de inmigración de Estados Unidos y entraron ilegalmente al país. Los vuelos se reanudarán el viernes», escribió el funcionario de Estados Unidos, Richard Grenell
Estados Unidos y Venezuela acordaron reanudar los vuelos de deportación de migrantes este viernes. La información la publicó Richard Grenell, enviado especial del gobierno de Donald Trump, días después de que el gobierno se negó a aceptar a más repatriados tras el fin de la licencia que permitía a la compañía Chevron operar en el país.
«Me complace anunciar que Venezuela acordó reanudar los vuelos para recoger a sus ciudadanos que violaron las leyes de inmigración de Estados Unidos y entraron ilegalmente al país. Los vuelos se reanudarán el viernes», escribió el funcionario estadounidense en la red social X.
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Maduro advirtió al gobierno de Trump que no aceptaría a los venezolanos deportados en represalia por la medida petrolera. Según informó The Wall Street Journal, la posición de Venezuela tensó aún más las relaciones con Estados Unidos y subrayó que desde el 20 de febrero no se realizaban los vuelos de deportación como estaba previsto.
«Ellos generaron un gran alboroto sin justificación. Estábamos listos para enfrentar esto y mucho más, como ustedes saben. Esto afectó los vuelos que habíamos programado para traer a nuestros hermanos migrantes», justificó Maduro en una alocución.
Más de 300 venezolanos deportados de Estados Unidos
Después de un reunión de Richard Grenell en Caracas con Maduro a principios de febrero, un total de 366 venezolanos fueron repatriados desde Estados Unidos en tres vuelos. El 24 de febrero, arribó un avión procedente de México con más de 200 ciudadanos. Por primera vez llegaron mujeres y niños.
El viaje de Richard Grenell a Venezuela, hace más de un mes, marcó un nuevo acercamiento entre Estados Unidos y el gobierno tras el regreso de Trump a la Casa Blanca el pasado 20 de enero. En esta primera reunión, el alto funcionario estadounidense logró la liberación de seis ciudadanos estadounidenses y que el gobiernoa aceptara la deportación de migrantes, a quienes la administración republicana vinculó con el Tren de Aragua y otros grupos delictivos.
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