El objetivo de la operación ‘Fuente de paz’ es «destruir el corredor del terror que está tratando de establecerse en nuestra frontera sur y traer la paz a la región», ha afirmado el presidente turco.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado este 9 de octubre a través de su cuenta de Twiter el inicio del operativo militar ‘Fuente de paz’ en el norte de Siria.
De acuerdo al mandatario, «las Fuerzas Armadas de Turquía junto con Ejército Sirio Libre» han empezado el ataque contra las milicias kurdas— a las que Ankara considera terroristas— «y el Estado Islámico» en esta zona del país árabe.
«Nuestro objetivo es destruir el corredor del terror que está tratando de establecerse en nuestra frontera sur y traer la paz a la región«, ha aseverado el líder turco.
«Aviones turcos han empezado a realizar ataques en zonas civiles», un vocero de las FDS ha anunciado en Twitter. La agencia Reuters ha reportado que los kurdos sirios han llamado a EE.UU. a establecer una zona de exclusión aérea para poner fin a los ataques de la aviación turca.
Erdogan precisó que la operación se dirige tanto contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) como contra las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG), que dominan el noreste de Siria, y que habían recibido hasta esta semana el respaldo de Estados Unidos.
«Preservaremos la integridad territorial de Siria y liberaremos a las comunidades locales de las garras de los terroristas», agregó el mandatario, en referencia al YPG.
Al mismo tiempo, cazas turcos han empezado a bombardear la ciudad de Ras al Ayn, en el noreste de Siria, en lo que parecen los preparativos de la planificada ofensiva terrestre.
La cadena CNNTürk muestra en directo la imagen de columnas de humo procedentes de la ciudad fronteriza, controlada por las YPG, y asegura que se oye un continuo sobrevuelo de cazas.
La ofensiva se inició poco después de que Erdogan agradeciese en una conversación telefónica a su homólogo ruso, Vladímir Putin, su «postura constructiva» ante la ofensiva turca.
Turquía aspira a controlar una franja adyacente a la frontera siria de 32 kilómetros de ancho y 480 de largo, desde el Éufrates hasta Irak.
Ese territorio está dominado por las YPG, que han establecido una administración local de facto que preocupa a Ankara.
Turquía considera terroristas a las YPG -aliadas de EEUU en la lucha contra el EI- por sus vínculos con el grupo armado PKK, activo en suelo turco.
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