Los 11.142 casos registrados el martes fueron fácilmente el número más alto en un solo día desde que comenzó la pandemia, superando el récord anterior de 9.816 el 9 de julio, según datos del rastreador de coronavirus del Times
EE.UU.- California reportó su mayor número de actuales infecciones de coronavirus en un solo día el martes, las hospitalizaciones alcanzaron un nuevo máximo y las muertes se acercaron a niveles récord mientras el estado seguía perdiendo terreno en su batalla contra COVID-19.
Los 11.142 casos registrados el martes fueron fácilmente el número más alto en un solo día desde que comenzó la pandemia, superando el récord anterior de 9.816 el 9 de julio, según datos del rastreador de coronavirus del Times.
El estado ha reportado al menos 9.000 nuevos casos de coronavirus en 24 horas cinco veces – a partir del 7 de julio.
En todo el estado, más de 6.700 pacientes que han dado positivo en la prueba de COVID-19 están hospitalizados, según los últimos datos oficiales. Eso también es un récord.
Las autoridades anunciaron además 144 muertes adicionales por COVID-19 el martes, el segundo mayor número de decesos en un solo día en el estado.
El condado de Los Ángeles sigue soportando una parte desproporcionada del brote. Los funcionarios de salud pública confirmaron 4.244 nuevos casos y 2.103 hospitalizaciones el martes, ambos registros en un solo día.
En las últimas semanas, “las hospitalizaciones han aumentado significativamente y estamos en una trayectoria ascendente”, dijo la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer.
“El cambio de tasas decrecientes a tasas crecientes se produjo muy rápidamente, y ahora vemos un promedio de tres días de más de 2.000 personas hospitalizadas en un día determinado, lo que significa más individuos hospitalizados cada día por COVID-19 que en cualquier otro momento durante la pandemia”, manifestó el miércoles.
El número de casos promedio confirmados por día también ha aumentado drásticamente. La media de siete días de nuevos casos diarios ha tenido un incremento de 1.452 a principios de junio a 2.859.
“Esto es el doble de lo que había a principios de junio, y es más alto de lo que ha sido en cualquier momento de la pandemia”, expuso Ferrer.
Aunque la tasa de mortalidad es estable, el aumento de las hospitalizaciones probablemente resulte en un incremento de las muertes, señaló Ferrer.
Anunció otras 44 defunciones en el condado el miércoles, lo que eleva la cifra total de muertes a más de 3.900, así como 2.758 nuevos casos, lo que eleva el número acumulado a más de 143.000.
“Estamos en una fase alarmante y peligrosa de esta pandemia aquí», dijo.
Se han confirmado más de 349.000 casos totales de coronavirus en todo el estado, y casi 7.300 californianos han muerto a causa de COVID-19 desde que la pandemia llegó al Estado Dorado.
Las comunidades de color han sido particularmente afectadas.
Un reciente análisis del Times de los datos estatales encontró que por cada 100.000 residentes latinos, 767 han dado positivo. Por cada 100.000 habitantes negros, 396 han resultado positivo. En comparación, por cada 100.000 residentes blancos, 261 han confirmado infecciones.
El reciente aumento de infecciones, hospitalizaciones y muertes ha acabado con el progreso que el estado hizo en la primavera, cuando los funcionarios se mostraron optimistas de que California había “doblado la curva” con éxito hasta el punto de que era seguro reabrir amplios sectores de la economía.
Los funcionarios de salud dijeron repetidamente que esperaban que la apertura de nuevos negocios y espacios de reunión llevaría probablemente a un aumento de los casos.
Sin embargo, el virus rebotó con una velocidad y ferocidad alarmantes, obligando al estado a detener o hacer retroceder muchas reaperturas y empujando algunas áreas al borde de reimponer el tipo de órdenes estrictas de permanencia en casa que, hace apenas unas semanas, parecía estar ya en el pasado.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha advertido que la ciudad está cada vez más cerca de otro cierre, ya que los peligros que plantea el coronavirus continúan acechando.
“Hicimos muchos progresos en marzo y abril”, dijo el lunes. “No hay duda de que la pandemia ha empeorado, aquí en Los Ángeles, en California y en todo el país… hicimos lo correcto antes. Y ahora tenemos que hacer lo correcto de nuevo”.
En medio de la continua oleada, el gobernador Gavin Newsom anunció el lunes las restricciones estatales para detener de nuevo todas las cenas en el interior de los restaurantes y cerrar los bares, zoológicos y museos.
La mayoría de los condados, incluyendo Los Ángeles, San Bernardino, Orange y Riverside, deben cerrar los gimnasios, iglesias, salones de belleza, centros comerciales y otros negocios bajo la nueva orden. Las oficinas con trabajadores no esenciales en esos condados también deben cerrar.
“El virus no desaparecerá pronto”, dijo Newsom.
El Dr. Grant Colfax, director de salud pública de San Francisco, comentó el miércoles que la tasa de transmisión del coronavirus ha seguido subiendo en el Área de la Bahía y que la ciudad no seguirá adelante con la reapertura.
“Desafortunadamente, estamos experimentando un aumento en las infecciones por COVID-19 que está afectando la salud de nuestra comunidad y los planes de reapertura”, manifestó durante una conferencia de prensa virtual.
“El virus no sólo sigue ahí fuera”, añadió, “está ahí fuera más que nunca”. Continúa propagándose en nuestra comunidad y en toda la región del Área de la Bahía”.
El lunes, Colfax dijo que cada persona con la enfermedad estaba infectando a otros 1.25 individuos y que ese era un número que tenía que bajar lo antes posible. Para el miércoles, ese indicador estaba en 1.3.
“Si no hacemos las cosas mejor”, señaló, “nos enfrentaremos a grandes problemas a finales de agosto y septiembre con un pico medio de 900 pacientes hospitalizados a principios de octubre”.
La capacidad hospitalaria de la ciudad se ha mantenido relativamente bien esta semana, aunque con el 27% de las camas regulares y el 28% de las camas de cuidados intensivos disponibles, detalló.
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En otras partes del Área de la Bahía, los funcionarios del condado de Alameda anunciaron el miércoles que el estado había aprobado su trámite de reapertura, despejando el camino para que se reanuden las comidas al aire libre, con la necesidad de cubrirse la cara cuando no se come o se bebe, y para que el zoológico de Oakland se abra para actividades al aire libre, siempre y cuando las medidas de seguridad se cumplan.
Sin embargo, como el condado ha permanecido en la lista de vigilancia del estado durante tres días, los centros comerciales interiores tendrán que cerrar y los lugares de culto sólo podrán celebrar servicios al aire libre.
El retroceso de California, pasando de una aparente historia de éxito a un cuento con moraleja, se refleja en su lista de control de los condados que están experimentando una elevada transmisión y hospitalizaciones. Hasta el miércoles, la mayoría de los 58 condados de California estaban en el listado.
Las autoridades han informado que los brotes en centros de trabajo y las fábricas, así como las reuniones privadas son los principales impulsores del reciente aumento de casos en el estado.
Al mismo tiempo, la alta demanda y la escasez de suministros están haciendo más difícil que los californianos se hagan la prueba del coronavirus. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Dr. Mark Ghaly, dijo el martes que el estado está trabajando en nuevas directrices para los exámenes con la finalidad de asegurar que los más vulnerables tengan acceso prioritario.
Foto: Agencia
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