Habrá un período de transición desde el día de la incorporación de las regiones a Rusia hasta el 1 de enero de 2026
El Consejo de la Federación de Rusia —Cámara Alta del Parlamento ruso— aprobó las leyes constitucionales sobre la adhesión de las regiones de Zaporozhie y Jersón, así como de las repúblicas populares de Lugansk (RPL) y Donetsk (RPD) a Rusia.
La decisión se adoptó por unanimidad respecto a las cuatro regiones.
De acuerdo con las leyes introducidas por el presidente ruso, Vladímir Putin, habrá un periodo de transición desde el día de la incorporación de las regiones a Rusia hasta el 1 de enero de 2026.
Las leyes consagran plenamente las garantías sociales y económicas más importantes para las personas que viven en los territorios de esas regiones y forman un sistema de protección de los derechos y libertades de los ciudadanos, explicó el diputado Pável Krashenínnikov, jefe del Comité de Legislación de la Duma, al comentar las iniciativas.
El 2 de octubre, en cuatro resoluciones separadas, la Corte Constitucional dictaminó que cada uno de los cuatro acuerdos de incorporación ya suscritos, pero pendientes de entrada en vigor, «corresponde con la Constitución de la Federación de Rusia».
Después, el 3 de octubre, la Duma Estatal de Rusia aprobó la ley constitucional sobre adhesión de estos territorios a Rusia.
El 30 de septiembre, Vladímir Putin firmó los acuerdos de adhesión de cuatro nuevas regiones al país: las repúblicas de Donetsk y Lugansk y las regiones de Zaporozhie y Jersón. Los residentes de estos territorios expresaron su voluntad de integrarse a Rusia durante los referendos que se celebraron desde el 23 al 27 de septiembre. Esta decisión fue apoyada por el 99,23% de los votantes en Donetsk, el 98,42% en Lugansk, el 87,05% en la región de Jersón y el 93,11% en la región de Zaporozhie.
Los tratados correspondientes ya habían recibido el visto bueno del Tribunal Constitucional de Rusia. Con la incorporación a Rusia, las repúblicas del Donbás, Jersón y Zaporozhie buscan garantizar la seguridad de sus ciudadanos y frenar los ataques que el Gobierno ucraniano lleva a cabo con las armas suministradas por Estados Unidos y otros países de la OTAN.
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