El rey Felipe, que durante los momentos de mayor tensión de la visita previa se negó a abandonar la comitiva y trató de mantener siempre el diálogo con los presentes, reaccionaba así a los sucesos de la mañana
Los altercados de esta mañana en la localidad valenciana de Paiporta, al paso de la comitiva de los reyes y autoridades, han dejado imágenes difíciles de recordar en nuestro país: desde escoltas al presidente del Gobierno siendo agredidos físicamente, mientras la reina Letizia rompía a llorar en los momentos de más tensión.
El ambiente llevó a suspender la visita a una segunda localidad afectada por la DANA, Chiva, pero no al Centro de Coordinación de la emergencia, el CECOPI, desde el que el rey ha mandado esta tarde un mensaje en el que ha evaluado los momentos vividos: «Hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas por lo mal que lo han pasado, y por no comprender cómo funcionan todos los mecanismos y la operatividad durante la emergencia».
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El rey Felipe, que durante los momentos de mayor tensión de la visita previa se negó a abandonar la comitiva y trató de mantener siempre el diálogo con los presentes, reaccionaba así a los sucesos de la mañana. Pero también dirigía su mensaje principalmente a los trabajadores y voluntarios en la emergencia, a los que ha transmitido «la gratitud y el orgullo de veros trabajar» en un «desastre tan monumental que ha costado tantas vidas».
Y también al resto de españoles y afectados, a los que ha avanzado que la «situación cada día va a ir a mejor, no es especulativo». El rey Felipe ha insistido también en la relevancia de «garantizar que el Estado está presente», y «que la gente perciba que los mecanismos del Estado están funcionando».
Corregir lo que ha llevado a los disturbios vividos hoy en primera persona por los reyes y autoridades, y que quede «lo importante», como le dijo a los trabajadores de emergencias, «que es lo que estáis haciendo cada minuto» desde que se produjo la tragedia. El rey concluyó agradeciendo de nuevo «el esfuerzo» de «días agotadores» y «mucha necesidad que atender».
La jornada también ha dado para más reacciones, empezando por la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agredido por la espalda durante los sucesos. Sánchez ha mostrado una posición similar a la del rey: «Compartimos la angustia de la ciudadanía», comenzaba su intervención.
«Conocemos sus necesidades y tenemos claras las prioridades: salvar vidas, recuperar los cadáveres de las personas que han fallecido y reconstruir las zonas afectadas por la DANA». Ha advertido de que «la violencia ejercida por unos pocos no nos desviará del interés colectivo» y señalado que es «momento de mirar hacia adelante y de seguir trabajando».
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, por su parte, ha agradecido como tantos otros hoy el papel del rey: «Gracias por estar siempre al servicio de los españoles» y ha señalado como «ejemplar» el comportamiento de los reyes. La prensa extranjera sobre el terreno también mostró su estupefacción ante lo vivido, «algo sin precedentes», como los calificó el corresponsal de la BBC, Mark Lowen, presente en los disturbios, descritos como «una furia extraordinaria».
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