Mark Esper, secretario de Defensa, lo negó

Ejército de Estados Unidos estaría organizando su retiro de Irak, según una carta de los altos mandos militares

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7 de enero, 2020 - 4:55 pm
Augusto Domínguez/ Agencias

Dos responsables militares, uno estadounidense y otro iraní, confirmaron a la AFP la autenticidad de la carta firmada por el general William H. Seely, comandante de las operaciones militares estadounidenses en Irak

EE.UU.- El ejército de Estados Unidos anunció ayer 6 de enero por la noche (hora local) al número dos del mando militar iraquí que “reorganizará” las fuerzas de la coalición antiyihadistas con miras a “una retirada de Irak segura y eficaz“, en una carta de la que la AFP pudo consultar una copia.

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Dos responsables militares, uno estadounidense y otro iraní, confirmaron a la AFP la autenticidad de la carta, firmada por el general William H. Seely, comandante de las operaciones militares estadounidenses en Irak.

“Respetamos su decisión soberana que ordena nuestra partida”, agrega la misiva, un día después de que el Parlamento iraquí aprobara una moción para instar al gobierno a expulsar a las tropas extranjeras de Irak, que siguió al asesinato del general iraní Qasem Soleimani y de Abu Mehdi al Muhanids, número dos de la coalición paramilitar proiraní Hashd Al Shaabi, el viernes en Bagdad.

“Por respeto a la soberanía de la República de Irak, y según lo reclamado por el Parlamento y el primer ministro, la Coalición reorganizará sus fuerzas (…) para asegurarse de que la retirada de Irak se lleve a cabo de forma segura y eficaz”, indica la carta.

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En el marco de los preparativos de la retirada, la carta anuncia “un aumento de los desplazamientos en helicóptero sobre la Zona Verde y en sus inmediaciones (…) durante la noche”. Numerosos helicópteros han sobrevolado el centro de Bagdad en las últimas noches, constataron periodistas de la AFP.

Estados Unidos tenía 5.200 soldados desplegados en Irak antes de que, la semana pasada, llegaran varios centenares más para proteger la embajada, situada en la Zona Verde -un barrio de Bagdad custodiado por importantes medidas de seguridad-, atacada el martes por miles de manifestantes pro-Irán.

Frente al aumento de las tensiones, Washington anunció recientemente el despliegue de entre 3.000 y 3.500 soldados suplementarios en la región, “muy probablemente” para enviar una parte a Irak, según un responsable estadounidense.

El lunes, el primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi -que presentó su dimisión hace meses- recibió al embajador estadounidense Matthew Tueller, según su oficina.

Abdel Mahdi insistió en “la necesidad de trabajar juntos para retirar a las fuerzas extranjeras de Irak, como lo reclamó el Parlamento”, según su oficina.

La coalición antiyihadista formada para luchar contra el grupo Estado Islámico (EI), que en 2014 se apoderó de un tercio del territorio iraquí y de extensos pedazos de terreno en Siria- no reaccionó inmediatamente al anuncio.

No está claro si esos movimientos de tropas involucrarán al conjunto de los soldados de los 76 países miembros de la coalición.

«No se ha tomado la decisión de abandonar Irak» 

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, negó que las fuerzas estadounidenses se retiraran de Irak, luego de que se conociera una carta en la que se anunciaba al gobierno iraquí que las tropas se estaban preparando para partir «en referencia debida a la soberanía» del país. «No hay ninguna decisión de abandonar Irak … No se ha tomado la decisión de abandonar Irak. Punto», dijo Esper.

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En tanto, en Irak, el intento que encabezan las facciones proiraníes por expulsar a las tropas estadounidenses de Irak tras el asesinato de un general iraní está ganando impulso, y se ha visto reforzado por una votación en el Parlamento para exigirle al gobierno iraquí que así lo haga.

Pero la ruta a seguir aún no está clara, y en el profundamente dividido territorio iraquí, con un primer ministro que renunció y una inminente guerra indirecta entre Estados Unidos e Irán, poner fin a los 17 años de presencia militar estadounidense en Irak es una misión arriesgada y complicada.

Irak apenas comenzaba a recuperarse de su devastadora guerra de cuatro años en contra del grupo Estado Islámico cuando estalló un levantamiento popular en contra de la élite gobernante el pasado 1 de octubre, lo que obligó a que el primer ministro Adel Abdul-Mahdi presentara su renuncia dos meses después. El cargo continúa vacante.

El retiro de las tropas estadounidenses podría socavar el combate contra el Estado Islámico, permitiendo el resurgimiento de los extremistas. Miembros del EI con frecuencia realizan ataques en el norte y oeste de Irak, ocultándose en las agrestes zonas desérticas y montañosas. Las fuerzas de seguridad iraquíes dependen de Estados Unidos en cuestiones logísticas y de armamento para perseguirlos.

Un retiro estadounidense también podría permitir que Irán extienda su influencia en Irak, que al igual que Irán cuenta con una mayoría chií.

“No es tan fácil”, dijo el analista político libanés Ibrahim Bayram. “Esto incrementaría las complicaciones dentro de Irak, los conflictos y contradicciones… y el enfrentamiento, político y no político, entre iraníes y estadounidenses”.

El secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, dijo que Estados Unidos “no ha tomado decisión alguna sobre salir de Irak”, y que el país sigue comprometido con la campaña para vencer al grupo Estado Islámico y la región.

Estados Unidos retiró a sus tropas de Irak en 2011, pero volvieron  tres años después por invitación del gobierno para ayudar en la batalla contra el grupo Estado Islámico. Los extremistas se habían apoderado de extensas zonas del norte y el oeste,

incluyendo la segunda ciudad más grande de Irak, Mosul, después del colapso de las fuerzas de seguridad iraquíes. Una coalición encabezada por Estados Unidos proporcionó el crucial respaldo aéreo mientras las tropas iraquíes, incluyendo milicias con respaldo de Irán, se reagrupaban y expulsaban al EI, en una campaña que se prolongó por tres años.

A diferencia de los despliegues estadounidenses previos, que eran regidos por el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas que delineaban claramente las reglas de terminación, las tropas estadounidenses se encuentran actualmente en Irak bajo una solicitud mucho menos formal presentada por el entonces primer ministro Nouri al-Maliki.

La presión ha ido en aumento para exigir el retiro de tropas estadounidenses , particularmente entre las facciones leales a Irán. Pero el llamado para su salida incrementó en medio de la indignación que provocó el ataque de la semana pasada en el que murió Soleimani y otros altos líderes de la milicia iraquí.

No está claro qué medidas podría tomar Abdul-Mahdi tras la votación en el Parlamento. Los expertos discrepan sobre si, tras haber presentado su renuncia, aún tiene la autoridad para pedir la terminación de la presencia estadounidense.

La votación en el Parlamento molestó al presidente Donald Trump, quien rápidamente advirtió que impondría sanciones sobre Irak si el gobierno expulsa a sus tropas. Agregó que Estados Unidos no se iría sin que se le pague la inversión militar que ha hecho a lo largo de los años.

«Borrador enviado por error»

La carta oficial de Estados Unidos en la que se informa que las tropas estadounidenses comenzarán a retirarse de Irak es un «borrador» que no estaba previsto que fuera enviado en este momento, dijo ayer el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley.

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«Fue un proyecto (de carta) sin firmar», enviado a algunos líderes militares iraquíes porque los movimientos de tropas estadounidenses en Irak han aumentado en los últimos días, dijo Milley a periodistas. Pero «nunca debería haber sido enviado», agregó. «Fue un error cometido de buena fe».

Foto: Agencia 

 

 

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