«Me agarró, me haló por los cabellos y por un brazo… me apuñaló por todas partes, lo que buscaba era darme en las zonas letales como en los pulmones, la espalda, la cara, me quería destruir la cara», contó la venezolana Keyla Márquez
La venezolana Keyla Márquez vivió momentos de pánico cuando fue agredida por su expareja, Ender Pacheco Hernández. El hombre la golpeó y le propinó 28 puñaladas. La mujer logró sobrevivir a este ataque.
«Empecé a correr y yo decía: ¡Auxilio, ayúdenme, ayúdenme!, pero nunca solté mi celular y siempre estuve en la llamada al 911», narró Keyla en una entrevista concedida a la cadena de noticias Telemundo, publicada por el Diario La Nación.
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Keyla Márquez vive en West Valley City, Utah, Estados Unidos, junto a sus tres hijos. Estaba separada de su pareja y padre de sus descendientes. El hombre tenía una orden de alejamiento.
El 13 de junio la sorprendió en la calle y le rompió una ventana del carro. Presa del miedo, la mujer intentó huir, pero su victimario, quien también es venezolano, la persiguió.
«Me agarró, me haló por los cabellos y por un brazo… me apuñaló por todas partes, lo que buscaba era darme en las zonas letales como en los pulmones, la espalda, la cara, me quería destruir la cara», contó durante la entrevista.
«Papá, ya, por favor, ya déjala»
Los tres hijos de la pareja fueron testigos del hecho violento. Uno de los menores de edad, de nueve años, le suplicó a su padre que depusiera su actitud.
«Papá, ya, por favor, ya déjala», imploró.
En su relato, Keyla Márquez recordó que en ese momento su expareja le asestó una última puñalada que la hizo perder la respiración y cayó al suelo.
«Cuando me ve que estaba sangrando, dijo: ‘La maté’, por eso me soltó, pensaba que estaba muerta», contó a Telemundo.
De acuerdo con el parte médico la víctima presentó heridas en el cuello, los hombros y en la espalda, entre otras partes del cuerpo.
Castigo ejemplar
El agresor fue arrestado cuando intentaba escapar e imputado por agresión agravada, violación de una orden de protección y violencia doméstica en presencia de menores.
Keyla Márquez espera que sea castigado, ya que teme que la lesione de nuevo.
«Yo de verdad deseo que nunca salga de ahí, porque yo sé que él me va a venir a hacer algo y yo temo por mi vida, por la vida de mis hijos, por cómo me dejó. Es difícil a veces no poder dormir, no poder ver un cuchillo o estar con el trauma de que no puedo estar sola, porque siento que van a venir a atacarme o a matarme», expresó visiblemente afligida.
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