Las hostilidades de Israel hacia Irán iniciaron en la década de 1990

¿De dónde surgió la enemistad entre Irán e Israel?

Irán Israel
20 de junio, 2025 - 11:31 am
Agencias

Irán e Israel mantuvieron relaciones cordiales hasta el derrocamiento de la dinastía Pahlaví en 1979 a manos de la Revolución de Ruhollah Jomeini

El ejército israelí inició una serie de ataques contra instalaciones nucleares y otros objetivos militares en Irán, en el marco de lo que se bautizó como «Operación León Naciente».

En una declaración televisada poco después del inicio de los ataques, Benjamin Natenyahu, primer ministro de Israel, afirmó que el objetivo de los ataques eran «contrarrestar la amenaza iraní a la propia supervivencia de Israel», y advirtió que la ofensiva se extenderá durante los días que sea necesario.

«Hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para el Estado de Israel y una amenaza significativa para el resto del mundo», declaró.

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Teherán no se hizo esperar con su respuesta. Irán lanzó en la noche del viernes decenas de misiles balísticos hacia Israel, en lo que describió como el inicio de su «respuesta aplastante» a los ataques israelíes de las últimas horas.

Los sistemas de defensa israelíes interceptaron la mayoría de proyectiles, al igual que el centenar de drones que Irán había enviado a Israel horas antes.

Abbas Araghchi, ministro de Exteriores de Irán, declaró que los ataques realizados por Israel eran una declaración de guerra.

Estos acontecimientos se suman a un lista de episodios de una vieja enemistad entre ambas naciones, siendo una de las principales fuentes de la inestabilidad en Medio Oriente.

Para Teherán, Israel es el «pequeño Satán», aliado en Medio Oriente de Estados Unidos, al que llaman el «gran Satán», por otro lado para Israel, Irán financia a grupos «terroristas» y realiza ataques contra sus intereses movido por el antisemitismo de los ayatolás.

La rivalidad entre las dos naciones ha dejado una enorme cantidad de muertos, a menudo como resultado de acciones encubiertas en las que ninguno de los dos admite su responsabilidad. La tensión ha alcanzado niveles mayores tras los ataques del 7 de octubre de 2023 realizado por la milicia palestina Hamás contra Israel, en los que murieron 1200 personas, lo que inició la actual guerra en Gaza.

Desde entonces Israel ha estado combatiendo a los aliados de Irán en Medio Oriente (Hamás en Gaza, Hezbolá en Líbano y la milicia hutí en Yemen).

Pero lo que quizás sea más importante , es que por primera vez Israel e Irán han empezado a lanzarse mutuamente ataques directos, como los de las últimas horas.

Sin embargo, a lo largo de la historia estos dos países no siempre estuvieron enfrentados.

¿Cual es la historia detrás de Irán e Israel?

Pese a que pueda parecer sorprendente, Irán e Israel tuvieron relaciones bastante cordiales hasta que en 1979 la Revolución Islámica de los ayatolás conquistó el poder en Teherán.

De hecho, aunque Irán se opuso al plan para la partición de Palestina que desembocó en la creación del Estado de Israel en 1948. fue el segundo país islámico en reconocerlo, solo después de Egipto.

En aquel entonces Irán era una monarquía gobernada por los shas de la dinastía Pahlaví y uno de los principales aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, por ello, David Ben-Gurion, fundador de Israel y su primer jefe de gobierno, buscó y consiguió la amistad iraní como una forma para contrarrestar el rechazo al nuevo estado judío de sus vecinos árabes.

Pero para 1979 la Revolución de Ruhollah Jomeini derrocó al sha e impuso una república islámica, la cual se presentaba como la defensora de los oprimidos, y tenía el rechazo al «imperialismo» de Estados Unidos y a su aliado Israel como una de sus principales señas de identidad.

El nuevo gobierno rompió las relaciones con Israel, dejó de reconocer la validez del pasaporte de sus ciudadanos y se apoderó de la embajada israelí en Teherán para dársela a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que entonces lideraba la lucha por un Estado palestino contra el gobierno israelí.

El director del Programa para Irán del centro de análisis International Crisis Group, Alí Vaez, declaró a BBC Mundo que «la animadversión hacia Israel fue un pilar del nuevo régimen iraní debido a que muchos de sus líderes se habían entrenado y participado en acciones de guerrilla con los palestinos en lugares como Líbano y tenían una gran simpatía por ellos».

Pero además, cree Vaez, “el nuevo Irán quería proyectarse como una potencia panislámica y enarboló la causa palestina frente a Israel que los países musulmanes árabes habían abandonado”.

De esa forma, Jomeini empezó a reivindicar la causa palestina como propia y las grandes manifestaciones propalestinas con apoyo oficial se convirtieron en habituales en Teherán.

Vaez explicó que en Israel la hostilidad hacia Irán no inició hasta la década del 90, debido a que se veía como una amenaza regional mayor que el Irak de Sadam Hussein.

Tanto así, que el gobierno de Israel fue uno de los mediadores que hizo posible el llamado Irán-Contra, el programa encubierto por el Estados Unidos desvió armamento hacia Irán para que lo empleara en la guerra que entre 1980 y 1988 libró contra Irak.

Pero con el paso del tiempo, el gobierno israelí empezó a ver a Irán como uno de los principales peligros para su existencia, siendo de esa forma en que la rivalidad entre los dos pasó de las palabras a los hechos.

Guerra en la sombra

Vaez señala que, enfrentado también a Arabia Saudita, la otra gran potencia regional, y estando consciente de que Irán es persa y chiita en un mundo islámico mayoritariamente sunita y árabe, el régimen iraní se dio cuenta de su aislamiento y empezó a desarrollar una estrategia para evitar que enemigos pudieran atacarle en su propio territorio.

De esa manera, proliferó una red de organizaciones alienadas con Teherán que llevaban a cabo acciones armadas favorables a sus intereses, la más destaca es la libanesa Hezbolá, catalogada como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

De esa forma, Teherán creo una red que bautizó como «eje de la resistencia», la cual se extendía por Líbano, Gaza, Irak, Yemen y Siria. Ese grupo de aliados ha sufrido fuertes reveses en el último año y medio con la caída del gobierno de Bashar al Asad en Siria y con el debilitamiento de Hamáz y Hezbolá en las guerras de Haza y Líbano.

Israel tampoco se ha quedado de brazos cruzados y ha intercambiado con Irán y sus aliados ataques y otras acciones hostiles, muchas veces en países terceros en los que financia y apoya a los grupos armados que combaten a los proiraníes.

El pulso entre ambos países ha sido descrito como una «guerra en la sombra», debido a que se han atacado mutuamente sin que en muchos casos admitieran oficialmente su participación.

En 1992, el grupo Yihad Islámica, afín a Irán, hizo estallar la embajada de Israel en Buenos Aires, lo que dejó 29 muertos. Poco antes había sido asesinado el líder de Hezbolá, Abbas al-Musawi, en un atentado ampliamente atribuido a los servicios de inteligencia de Israel.

Para Israel, siempre ha sido una obsesión detener el programa nuclear iraní y evitar que llegue el día en que los ayatolás dispongan de armas atómicas.

En Israel no creen los mensajes dados por el gobierno iraní de que su programa es solo para fines civiles, y acepta ampliamente que los servicios de inteligencia israelíes en los que, en colaboración con el gobierno estadounidense, desarrollaron un virus informático Stuxnet, que causó graves daños a las instalaciones nucleares iraníes en la década de los 2000.

Teherán también ha denunciado a la inteligencia israelí como la responsable de los atentados contra algunos de los principales científicos a cargo de su programa nuclear. Israel junto a sus aliados occidentales, acusaron a Irán de estar tras los ataques con drones y cohetes que sufrió su territorio en el pasado, así como de haber perpetrado varios ciberataques.

La guerra civil en Siria desde 2011 supuso otro motivo de enfrentamiento, La inteligencia occidental señala que Irán envió dinero, armas e instructores para apoyar a las fuerzas del presidente Bashar al Assad frente a los insurgentes que buscaban derrocarlo, lo cual hizo saltar las alarmas de Israel, el cual creía que Siria era una de las principales rutas por las que los iraníes enviaban armamento y equipos a Hezbolá en Líbano.

Según el portal de inteligencia estadounidense Stratfor, en diferentes momentos ambas naciones llevaron a cabo acciones en Sirias para disuadir al otro de lanzar un ataque a gran escala.

Esta guerra en la sobra llegó al mar en 2021, cuando Israel acusó a Irán de ser responsable de los ataques contra buques israelíes en el golfo de Omán, por parte de Irán, se acusó a Israel de atacar sus barcos en el mar Rojo.

Ataque de Hamás a Israel

Tras lo ocurrido en los ataques del 7 de octubre de 2023 realizados por la milicia palestina Hamás contra Israel, y la ofensiva militar lanzada por el ejercito israelí en Gaza como respuesta, analistas y gobiernos alrededor del mundo han expresado su preocupación de que el conflicto pueda provocar una reacción en cadena en la región, así como también un enfrentamiento abierto y directo entre iraníes e israelíes.

Hasta abril de 2024, tanto Irán como Israel habían evitado elevar sus hostilidades y los combates a gran escala, pero eso cambió con el lanzamiento de decenas de drones y misiles por parte de Teherán contra Israel en ese mismo mes.

Fue la respuesta al ataque israelí contra su sede diplomática en Damasco, que dejó 13 muertos, siendo que entre ellos estaban los más destacados altos mandos iraníes, como el general de la Guardia Revolucionaria Mohammad Reza Zahedi y su adjunto, Hadi Haji-Hajriahimi.

Araghchi prometió entonces «un castigo al agresor» y su embajador en Siria, Hossein Akbari, anuncio que las respuesta sería «decisiva».

Esta se produjo el 13 de abril e Israel respondió con otro ataque en suelo iraní el 19 de abril.

Tras el lanzamiento de misiles por parte de Irán el primero de octubre de 2024 sobre Israel y el ataque de este último semanas después, la tensión volvió a ser máxima.

Sin embargo, la ofensiva israelí iniciada este 13 de junio elevó esta rivalidad a niveles nunca antes vistos con resultados impredecibles.

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