Foto: AFP
Santiago — Calles despejadas, el transporte público abarrotado y algunos colegios con clases suspendidas.
Santiago vivía este lunes su primera emergencia ambiental en 16 años debido a una alta polución que ha impactado a la capital chilena.
Encajonada entre varios cerros que obstaculizan su adecuada ventilación y con un histórico déficit de lluvias para esta época, Santiago hacía frente desde hace varios días a niveles críticos de contaminación, que obligaron a decretar para este lunes la primera «emergencia ambiental» desde 1999.
La medida, la más extrema de la legislación chilena, paraliza la circulación del 40% del parque automotor de Santiago y de unas 924 fábricas contaminantes, además de la recomendación para la suspensión de clases de educación física en colegios.
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