Foto: AFP
En momentos en que la calma parece haberse restablecido en Ferguson, la ceremonia se realizó entre fuertes medidas de seguridad. El gobernador Jay Nixon no asistió a la misa.
San Luis — Miles de personas rindieron homenaje el lunes en San Luis, en medio de la calma y la emoción, al joven negro Michael Brown, cuya muerte causada por las balas de un policía blanco reavivó las tensiones raciales en Estados Unidos.
Dentro del templo donde se celebró el funeral, con capacidad para 5 mil fieles, sonaron los cantos de gospel. Las autoridades debieron habilitar además una sala con capacidad adicional de 2.500 plazas.
En momentos en que la calma parece haberse restablecido en Ferguson, la ceremonia se realizó entre fuertes medidas de seguridad.
El gobernador Jay Nixon accedió a la demanda de la familia y no asistió a la misa. El capitán de la policía Ron Johnsonestuvo presente.
«Los padres de Michael Brown agradecen la cascada de apoyos y la atención nacional que ha engendrado la muerte injusta de su hijo», declaró el abogado de la familia, Bejamin Crump.
Con la cara visiblemente marcada por el dolor, la madre del difunto apareció vestida de rojo. El padre llamó a una «jornada de silencio» y de calma, pidiendo públicamente «una jornada apacible» antes del inicio de la ceremonia.
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