Miami — El jefe de una organización internacional que traficaba armas de Estados Unidos a Colombia fue condenado ayer a cadena perpetua en Miami, acusado de asesinar a un compañero por temor a que colaborara con las autoridades.
Andrés Campo, estadounidense residente de Miami, Florida (sureste de EE UU) y de 26 años, fue sentenciado por la jueza Cecilia Altonaga.
Campo, cuya red se dedicaba a comprar armas legalmente en Florida para luego enviarlas de manera ilegal a Cali, Colombia, había sido hallado culpable en septiembre de asesinato con intención de obstruir la justicia, posesión de arma de fuego y tráfico de armas.
El cadáver de Erik Comesana, un miembro de la organización de Campo, fue encontrado quemado el 27 de mayo de 2011, horas después de que notificara a la justicia de que se declararía culpable por tráfico de armas.
Según la evidencia mostrada en el juicio, Campo se había vuelto cada vez más paranoico ante la posibilidad de que Comesana, arrestado por primera vez en 2009, cooperara con los cuerpos de seguridad. El día de su muerte, Comesana había sido convocado por Campo supuestamente para recibir dinero para pagar a un abogado, pero lo mató de dos disparos.
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