La Unión Europea denunció hoy a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por sus prácticas comerciales «discriminatorias» contra Lituania, al no despachar sus exportaciones al país asiático a través de la aduana y frenar sus solicitudes de importación, la cuales también están afectando a otras exportaciones del Mercado Único de la UE.
«Estas acciones, que parecen ser discriminatorias e ilegales, según las normas de la OMC, están perjudicando a los exportadores tanto en Lituania como en otros lugares de la UE, ya que también se dirigen a productos con contenido lituano exportados desde otros países comunitarios», dijo la Comisión Europea en un comunicado.
El Ejecutivo comunitario tomó la decisión de iniciar este procedimiento de resolución de «diferencias» contra China al fracasar los intentos de resolver el contencioso bilateralmente y «las consultas de la OMC iniciadas hoy son el primer paso en este proceso», explicó Bruselas.
La primera etapa de los procedimientos de solución de diferencias de la OMC es la solicitud de consultas, en virtud de la cual la UE solicita en este caso formalmente a China más información sobre sus medidas con miras a alcanzar una solución satisfactoria.
Si estas consultas no conducen a un resultado positivo dentro de los 60 días, la UE puede solicitar el establecimiento de un panel para pronunciarse sobre el asunto.
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«Lanzar un caso ante la OMC no es un paso que tomamos a la ligera. Sin embargo, después de repetidos intentos fallidos de resolver el problema bilateralmente, no vemos otra forma de avanzar que solicitar una disputa ante la OMC», señaló el vicepresidente ejecutivo encargado de Economía y Comercio, Valdis Dombrovskis, en la nota.
La UE, añadió Dombrovskis, está decidida a actuar «como uno solo y actuar rápidamente» contra las medidas que infringen las normas de la OMC, que amenazan la integridad del nuestro Mercado Único.
No obstante, el político letón señaló la Comisión Europea prosigue sus esfuerzos diplomáticos para intentar buscar una solución.
En las últimas semanas, la Comisión Europea afirma haber acumulado «evidencias» de los diversos tipos de restricciones chinas a las operaciones comerciales de Lituania con el país asiático, cuyas relaciones se enfriaron a raíz de la apertura de una oficina de representación de Taiwán en Vilna.
Bruselas precisó que esas evidencias incluyen la negativa china a despachar los productos lituanos a través de la aduana, el rechazo de las solicitudes de importación de Lituania y presionar a las empresas de la UE que operan fuera de otros Estados miembros de la UE para que eliminen los insumos lituanos de sus cadenas de suministro cuando exportan a China.
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Para hacer frente a estos casos en el futuro, la Comisión Europea adoptó en diciembre pasado una propuesta para crear un instrumento que daría a la UE más posibilidades de reaccionar en caso de coacción económica y que está actualmente en fase de negociación por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.
China decidió en noviembre rebajar el rango oficial del personal diplomático de Lituania en el país asiático al de encargado de negocios, también como protesta por la apertura de la oficina de representación de taiwanesa en Vilna.
Ante esa decisión Lituania decidió retirar a sus diplomáticos de China.
En los últimos años Lituania ha estrechado sus relaciones con Taiwán, pero no mantiene relaciones diplomáticas con Taipéi, sino con Pekín, desde 1991, poco después de lograr su independencia de la Unión Soviética.
Taiwán – donde en 1949 se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota contra las tropas comunistas en la guerra civil – se ha gobernado desde entonces de manera autónoma, aunque China reclama la soberanía de la isla, que considera una provincia rebelde para cuya reunificación no ha descartado el uso de la fuerza.
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