El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) informó que convocará a la alcaldía de Soledad, a la Policía Nacional y a la Fiscalía General de la Nación, a un comité para abordar las denuncias que se han hecho sobre explotación sexual

Foto: Agencia

Colombia – A la sede de la Policía del departamento del Atlántico, en Colombia, han llegado denuncias que involucran a venezolanos habitantes del municipio Soledad, por casos de prostitución, venta y consumo de estupefacientes, peleas a altas horas de la noche y, en el peor y más reciente de los casos, alquiler de niños para fines laborales y sexuales.

Un testigo que se comunicó con El Espectador indicó que los menores son alquilados por sus padres para que vendan dulces en los semáforos de Soledad. Asegura que por cada día completo de trabajo de los niños, sus padres reciben entre 4.000 y 6.000 pesos.

Los venezolanos que llegaron a este municipio se asentaron en una zona cercana al Terminal de Transportes de Soledad. En cambuches (chozas de palo y plástico) ubicadas en los laterales de un parqueadero, habitan más de mil venezolanos entre los que se encuentran niños y ancianos.

«El ambiente está pesado. No tenemos nada en contra de los venezolanos, pero es triste ver como se pierde la niñe0z», dijo un vigilante que trabaja a unos metros de la zona de cambuches. Decenas de niños entre los 3 y 11 años, se instalan en los andenes del sector para pedir comida a los carros que pasan por ahí.

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Según un patrullero del sector, pese a que esta problemática de la niñez es evidente, aún no hay denuncias por abuso de menores ante la Fiscalía. «Este problema se nos salió de las manos, nadie se pronuncia y además, se rumora que se está denigrando a los niños de forma irresponsable», dijo el miembro de la oficina de la Policía Nacional ubicada en el Terminal.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) informó que convocará a la alcaldía de Soledad, a la Policía Nacional y a la Fiscalía General de la Nación, a un comité para abordar las denuncias que se han hecho sobre explotación sexual en el municipio del Atlántico, y la posible vulneración de derechos de los niños venezolanos.

Los vecinos del lugar están preocupados no solamente por el futuro de los menores, sino también, por los altos índices de asaltos y riñas callejeras que atribuyen a los venezolanos que viven en la zona. Aseguran que desde hace año y medio el ambiente se ha tornado más violento y que la carencia de posibilidades, los induce a la delincuencia como forma de supervivencia. «Llevo 20 años trabajando aquí y nunca había sentido miedo cuando me toca manejar por la noche», dijo un taxista del terminal.

El 12 de junio se reunirán el coordinador del Centro Zonal de Soledad y los líderes que representan a la población venezolana del sector para presentar un censo real y definir acuerdos respecto a la situación de los menores. «No vamos a permitir que los niños y adolescentes venezolanos sean víctimas de ninguna vulneración… todos tienen los mismos derechos», dijo a través de Twitter Karen Abudinen, directora del ICBF, sobre este tema.

No vamos a permitir que los niños y adolescentes venezolanos sean víctimas de ninguna vulneración, TODOS los niños, niñas y adolescentes tienen los mismos derechos. Desde el @ICBFColombia continuaremos actuando de manera contundente y sin dudarlo para protegerlos. #ICBFenAcción