Según Red Eléctrica de España (REE), el apagón se desencadenó por una «fuerte oscilación de los flujos de potencia» acompañada por una pérdida súbita de generación eléctrica, una anomalía que superó los márgenes de tolerancia previstos en los protocolos de la red europea. Esto provocó la desconexión automática de la península ibérica del sistema eléctrico continental y un colapso técnico sin precedentes
El apagón eléctrico que sorprendió este lunes a España, Portugal y parte del suroeste de Francia ha dejado más preguntas que respuestas, mientras autoridades y operadores energéticos trabajan para esclarecer las causas y evitar futuras repeticiones.
El corte de suministro, que se inició a las 12:33 hora local en España y 11:33 en Portugal, dejó a más de 55 millones de personas sin electricidad, internet y telefonía móvil durante extensas horas. Solo las islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla escaparon del colapso, gracias a su escasa o nula conexión con el sistema eléctrico peninsular.
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El operador de la red portuguesa REN dijo que se había restablecido el suministro a los 6,4 millones de clientes.
El martes por la mañana, la vida volvía a la normalidad: las autoridades españolas no proporcionaron nuevas explicaciones sobre qué causó que la nación del sur de Europa, con 49 millones de habitantes, perdiera 15 gigavatios, el equivalente al 60% de su demanda nacional, en solo cinco segundos.
Colapso generalizado
Las consecuencias fueron inmediatas y caóticas: trenes detenidos, semáforos apagados, tráfico aéreo parcialmente afectado y miles de pasajeros varados. En España, se tuvo que asistir a más de 35.000 personas bloqueadas en distintos trayectos ferroviarios, mientras que ciudades como Madrid, Lisboa y Bilbao experimentaron largos embotellamientos debido a la inoperatividad de los sistemas de control de tráfico.
Aunque Francia logró restaurar su red en cuestión de minutos, en la península ibérica el restablecimiento fue lento y técnico, con algunos usuarios recuperando la electricidad hasta 20 horas después del corte.

Personas varadas en la estación de trenes de Atocha (Madrid), durante el apagón.
¿Qué ocurrió?
Según Red Eléctrica de España (REE), el evento se desencadenó por una «fuerte oscilación de los flujos de potencia» acompañada por una pérdida súbita de generación eléctrica, una anomalía que superó los márgenes de tolerancia previstos en los protocolos de la red europea. Esto provocó la desconexión automática de la península ibérica del sistema eléctrico continental y un colapso técnico sin precedentes.
«Relanzar las líneas y sincronizar las unidades generadoras es una operación lenta y técnicamente compleja», explicó Pratheeksha Ramdas, analista de Rystad Energy. «Especialmente en redes poco interconectadas como la de España».
La débil integración de la red ibérica con el resto de Europa, así como su limitada capacidad de almacenamiento energético (1,8 GWh), dificultaron aún más la recuperación. Aunque se recibieron apoyos eléctricos desde Francia y Marruecos, estos fueron insuficientes para cubrir la demanda.
¿Sabotaje o fallo técnico?
Las autoridades judiciales españolas abrieron una investigación para determinar si el incidente podría estar vinculado a un posible sabotaje informático. Sin embargo, el director de REE, Eduardo Prieto, descartó este martes indicios de ciberataque tras los primeros análisis: «No se ha detectado ningún tipo de intrusión en los sistemas de control», afirmó.
También fue desmentida la versión que circuló en redes sociales sobre un supuesto «fenómeno atmosférico inusual» como causa del apagón. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmó que el lunes no se registraron condiciones climáticas anómalas en la península.
Comisión de investigación
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la creación de una comisión oficial para investigar a fondo el suceso. «No se descarta ninguna hipótesis. Pero pedimos responsabilidad y evitar especulaciones hasta conocer los resultados concluyentes», declaró.
Mientras tanto, las autoridades energéticas trabajan en reforzar las infraestructuras, revisar protocolos de seguridad y explorar nuevas estrategias de almacenamiento y respaldo para mitigar futuras vulnerabilidades del sistema.
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Las causas del apagón eléctrico que dejó sin suministro a millones de personas en España y Portugal este lunes aún no se han determinado por completo, aunque el servicio ya se ha restablecido en el 99% de la península ibérica.
Red Eléctrica, la empresa pública española encargada de operar la infraestructura de transmisión, ha descartado preliminarmente que el corte se debiera a un ciberataque, un error humano o condiciones meteorológicas o atmosféricas inusuales. La compañía señala que el incidente pudo originarse en dos episodios de «desconexión de generación», posiblemente vinculados a la volatilidad inherente a las fuentes renovables.
Los especialistas subrayan que este tipo de «cero energético» o apagón total es un suceso excepcional y poco frecuente, aunque forma parte de los mecanismos de seguridad del propio sistema eléctrico. Explican que, para que la red funcione de forma estable, la producción energética debe mantenerse en equilibrio con el consumo.
Esa sincronía es responsabilidad del operador del sistema, quien supervisa en tiempo real parámetros como frecuencia, tensión y carga desde las subestaciones. Cuando se presentan discrepancias significativas entre generación y demanda, se activan desconexiones automáticas en zonas específicas que, en los casos más graves, pueden extenderse a toda la red.
Miguel de Simón Martín, profesor titular del Área de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de León, explicó al portal Science Media Centre (SMC) que esta estabilidad se garantiza mediante un entramado complejo de líneas interconectadas (mallas) que distribuyen los flujos eléctricos y previenen sobrecargas.
Además, las interconexiones con redes vecinas permiten importar o exportar energía según las necesidades, y el uso de generadores térmicos o hidráulicos (sincrónicos) proporciona inercia mecánica, funcionando como amortiguadores ante fluctuaciones abruptas.
«Una red grande, bien mallada, con fuertes interconexiones y abundantes generadores síncronos será más estable y menos propensa a fallos. La red eléctrica peninsular española ha sido históricamente robusta y fiable gracias a su elevado grado de mallado en alta y muy alta tensión, así como a su gran capacidad de generación síncrona. Sin embargo, su punto débil siempre ha sido la limitada interconexión internacional, condicionada por la barrera geográfica de los Pirineos», advirtió.
Según sus datos, la capacidad de intercambio eléctrico entre España y el resto de Europa apenas representa un 3% de la potencia instalada.
En esa misma línea, Álvaro de la Puente Gil, profesor del Área de Ingeniería Eléctrica en la Escuela de Ingenieros de Minas de la Universidad de León, señala en SMC que «este apagón generalizado ocurrió porque, en apenas cinco segundos, se perdió más de la mitad de la capacidad de generación eléctrica. El sistema, al no poder equilibrar esa caída tan brusca entre la generación y la demanda, se protegió desconectándose automáticamente tanto a nivel interno como del resto de la red europea. Es una medida de autoprotección que, paradójicamente, implica un corte total».
La creciente integración de energías renovables en el sistema español podría haber exacerbado la crisis. De acuerdo con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, España se ha fijado como meta que, para 2030, el 81% de su electricidad provenga de fuentes limpias. Al finalizar el año pasado, las renovables ya representaban el 66% de la capacidad instalada y generaban el 58.95% de la electricidad. Las principales fuentes eran la eólica, la solar fotovoltaica y la hidráulica.
De Simón Martín remarca que, a diferencia de los generadores térmicos o hidroeléctricos, los sistemas eólicos y solares carecen de inercia, ya que se conectan a la red mediante inversores electrónicos. Esta característica reduce la solidez del sistema a medida que crece la proporción de estas fuentes.
«Con una baja capacidad de interconexión y una alta participación de generación renovable basada en inversores, nuestra red es hoy más vulnerable y dispone de menos margen de reacción ante perturbaciones», concluyó.
¿Qué debe hacer España para prevenir un nuevo apagón masivo?
Aunque la probabilidad de que un evento similar ocurra nuevamente a corto o mediano plazo es baja, los expertos coinciden en que es urgente implementar medidas para fortalecer la seguridad y resiliencia del sistema.
Manuel Alcázar Ortega, subdirector del Departamento de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Politécnica de Valencia, indica a SMC que una solución inmediata sería «limitar la producción de energía fotovoltaica en momentos de baja demanda, para favorecer la generación rodante que aporta inercia al sistema y puede responder mejor a variaciones de frecuencia».
Asimismo, considera necesario incorporar estabilizadores de frecuencia y tensión en la red de transporte para contrarrestar la pérdida de inercia causada por la alta presencia de renovables.
De la Puente Gil añade que «la prioridad es aumentar las interconexiones eléctricas con Francia y otros países europeos, para que la península deje de estar tan aislada. También se necesita mejorar la flexibilidad del sistema eléctrico, incorporando más mecanismos de almacenamiento que puedan compensar la variabilidad de las energías renovables. Todo esto requiere inversión, planificación y una estrategia clara de transición energética segura».
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, negó que el elevado uso de energías limpias o el escaso vínculo con la red eléctrica europea fueran las causas principales del corte. «Nuestro sistema ha operado con normalidad en múltiples ocasiones. No se trató de un exceso de renovables ni de un problema de cobertura. Lo que ocurrió no debe repetirse jamás», sostuvo.
El mandatario sugirió que la interrupción pudo derivarse de una gestión inadecuada del flujo eléctrico. Señaló que, en el momento del apagón, la demanda era de 25,180 megavatios, una cifra relativamente baja, mientras que la disponibilidad de generación era elevada. Por ello, aseguró que su administración exigirá responsabilidades a los operadores privados si se confirma alguna negligencia.
«Vamos a tomar medidas para que no vuelva a ocurrir. Estamos revisando los registros informáticos de Red Eléctrica y de los operadores privados, sin descartar ninguna hipótesis».
En las últimas horas, la Comisión Europea informó que elaborará un informe independiente sobre el incidente. Este incluirá una primera evaluación técnica, que se espera esté lista en un plazo de seis meses. Posteriormente, se publicará un análisis más amplio con recomendaciones concretas para evitar fallas similares, previsto para septiembre del próximo año.
«La crisis no ha terminado»: Pedro Sánchez sobre el inédito «blackout» en España
Un día después del histórico apagón que dejó en «cero» el servicio eléctrico en toda la península ibérica, el presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseveró este martes que «la crisis no ha terminado».
En una comparecencia ante los medios de comunicación, Sánchez insistió en que todavía se busca un «diagnóstico certero» para determinar las causas que están detrás del inédito suceso y poder tomar las decisiones para que un evento así no vuelva a producirse.
Más temprano, Red Eléctrica Española, la empresa semi pública que opera el sistema eléctrico del país, descartó que el incidente fuera provocado por un ciberataque.
«Con los análisis que hemos podido realizar hasta este momento, podemos descartar un incidente de ciberseguridad en las instalaciones del centro de control de Red Eléctrica», explicó Eduardo Prieto, director de operaciones de la compañía, en rueda de prensa.
No obstante, trascendió que la Audiencia Nacional ha iniciado una carpeta de investigación para ahondar sobre la tesis de un posible «ciberataque», algo que Sánchez ha tachado de funcionamiento normal de las instituciones. «No tenemos información concluyente de que haya sido un ataque terrorista», agregó al respecto.
Lo que sí avanzó Sánchez es que habrá «cambios» para evitar que una crisis similar se repita, aunque no precisó mayores detalles, tras insistir en que va a exigir «todas las responsabilidades pertinentes» a los operadores privados.
El mandatario abogó por mantener «la máxima prudencia» e instó a la población a informarse por los canales oficiales para no dar pie a la desinformación. Asimismo, hizo hincapié en «la enorme complejidad y la ingente cantidad de datos descentralizados» que se deben analizar, para lo que se necesita tiempo.
Además, Sánchez informó que su Ejecutivo ha solicitado a la Comisión Europea y al regulador europeo que hagan también su informe y evaluación sobre lo sucedido. Los datos obtenidos por ambas instancias se contrastarán con el análisis que hará el Gobierno en el marco de una Comisión de Investigación que liderará la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen.
En estos momentos «es imprudente señalar una u otra hipótesis», concluyó el presidente español.
Niega relación con la potencia nuclear
Respondiendo a preguntas de los periodistas, Sánchez ha negado que el apagón se debiera a la falta de potencia nuclear, según algunos mensajes lanzados desde la oposición. Quienes así lo dicen, sostuvo, «o mienten o demuestran ignorancia».
«Si hubiésemos tenido mayor dependencia nuclear, la recuperación no habría sido tan rápida como la que estamos viviendo», defendió el presidente. En esa línea, aseguró que las centrales nucleares se desconectaron igual que el resto de las tecnologías, pero que, sin embargo, aún no han recuperado su actividad.
Asimismo, indicó que cinco de los siete reactores nucleares con los que cuenta el país ya se encontraban parados: «No estaban generando energía por decisión de las propias empresas operadoras, que afirman que no son competitivas», alegó Sánchez.
Hasta ahora, Red Eléctrica Española ha estado a cargo de difundir información sobre las posibles causas del masivo corte eléctrico. Según su director de operaciones, Eduardo Prieto, todo se desencadenó en una ventana de cinco segundos, a las 12.33 horas del lunes.
Su explicación es que, en ese momento, se desencadenaron de manera consecutiva dos eventos de pérdida de generación. El primero de ellos se pudo solventar, pero el segundo llevó a cero al sistema eléctrico, que quedó desconectado de sus interconexiones con Francia.
El suceso se habría producido en el suroeste español y, según Prieto, muy posiblemente fue la generación solar la fuente afectada.
Pedro Sánchez ha reiterado que la investigación sobre el apagón va a llegar hasta el final y que "la prioridad es descubrir qué pasó en esos cinco segundos. No puede volver a suceder". #pedrosanchez #apagon #politica pic.twitter.com/1H9WFNY1uT
— EL MUNDO (@elmundoes) April 29, 2025
España ha superado ya lo peor de la crisis y va camino firme de recuperar la plena normalidad.
El sistema ha reaccionado con agilidad. Los actores públicos y privados han actuado con eficacia. Y la coordinación entre Administraciones ha sido buena y leal. pic.twitter.com/M0GiF0kiNO
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 29, 2025
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