Vladimir Putin ha confirmado que ambos países han acordado cesar las hostilidades

Armenia firma la paz en Nagorno Karabaj y acepta la pérdida de territorios ante Azerbaiyán

Armenia
11 de noviembre, 2020 - 2:12 pm
Agencias

Según el pacto firmado, Azerbaiyán y Armenia se quedarán en las posiciones ya tomadas, informa el canal ruso RT. El acuerdo entró en vigor el martes 10 después de más de un mes de combates

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, ha anunciado por sorpresa que ha firmado un acuerdo con los líderes de Azerbaiyán y Rusia para poner fin al conflicto militar en la región de Nagorno Karabaj. El acuerdo llega después de sustanciales avances de Azerbaiyán.

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«El texto de la declaración es muy doloroso, personalmente para mí y para nuestro pueblo. Tomé esta decisión tras un profundo análisis de la situación militar y una valoración de personas que tienen un mayor dominio de la situación», escribió en su cuenta de Facebook.

Según el pacto firmado, Azerbaiyán y Armenia se quedarán en las posiciones ya tomadas, informa el canal ruso RT. El acuerdo entra en vigor el martes 10 después de más de un mes de combates. En un discurso televisado, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló sobre los acuerdos alcanzados: el regreso de los desplazados internos y los refugiados al territorio de Nagorno Karabaj y áreas adyacentes bajo el control del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Hay previsto un intercambio de prisioneros de guerra y también de cadáveres.

El control de las comunicaciones y del transporte se llevará a cabo con la asistencia de las autoridades de la guardia de fronteras de Rusia, que tendrá un papel relevante garantizando el alto el fuego. «Un contingente de mantenimiento de la paz de la Federación de Rusia se va a ir desplegando a lo largo de la línea de contacto en Nagorno Karabaj y a lo largo del corredor que conecta Nagorno Karabaj con la República de Armenia», dijo Putin.

Sin un retroceso azerí, Armenia pierde territorios. Pero con el acuerdo conserva su carretera, el cordón umbilical que le conecta con la autoproclamada república de Karabaj, donde los armenios son mayoría.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, indicó que Rusia y Turquía asumirán conjuntamente la misión de mantener la paz en la zona. «La declaración trilateral firmada se convertirá en un punto crucial en la solución del conflicto», dijo en una reunión online televisada con el presidente ruso Vladimir Putin.

Derribo por error 

La intervención de Moscú llega justo en un momento en el que las fuerzas azerbaiyanas derribaron por error un helicóptero militar ruso cerca de sus fronteras, pero en territorio de Armenia. Según el ministerio de Defensa ruso, dos miembros de la tripulación murieron y una tercera persona resultó herida. Azerbaiyán admitió su responsabilidad y pidió «disculpas a Rusia tras este incidente trágico, que fue un accidente».

Las fuerzas armadas de Azerbaiyán y los separatistas armenios se enfrentan desde finales de septiembre por el control de Nagorno Karabaj, región secesionista apoyada por Armenia y que lleva fuera del control de Azerbaiyán desde los años 90, cuando los armenios pasaron a controlarla tras una guerra que dejó 30.000 muertos.

Esta declaración se ha producido tras seis semanas de intensos combates. Pero también ante los avances de las fuerzas de Azerbaiyán, que hicieron a los armenios asomarse al abismo de perder todo Karabaj ante unos azeríes con un ejército reforzado y con el apoyo descarado de los turcos. Moscú, aliado natural de Armenia, se ha mantenido al margen en el plano militar.

Bakú presumió el lunes de que se había apoderado de decenas de asentamientos más en Nagorno Karabaj. El domingo Azerbaiyán había proclamado su victoria en la batalla por la segunda ciudad más grande del enclave, Shusha. Armenia desmintió que esa estratégica localidad (está situada en lo alto de una montaña, que le sirve de punto de apoyo para nuevos ataques) hubiera caído en manos de Azerbaiyán. Los armenios hasta hace unas horas decían que resistirían «a los golpes del enemigo a pesar de las fuertes destrucciones». Pero un portavoz de la presidencia de la república autoproclamada de Nagorno Karabaj había anunciado el mismo lunes en Facebook que la ciudad ya no estaba bajo control armenio y que «el enemigo se acerca a Stepanakert», la capital de la región.

Tras anunciarse el acuerdo, Arayik Harutyunyan, el líder de la región de Nagorno Karabaj, abogó por «terminar la guerra lo antes posible», según Reuters.

Cesión Armenia 

«La decisión se toma basándose en análisis profundos de la situación de combate y en discusión con los mejores expertos», se justificó Pashinyan en las redes sociales. Los avances de Azerbaiyán serán reconocidos, y éste es el punto más doloroso para los armenios. Durante la noche del lunes al martes se anunció que las «fuerzas rusas de mantenimiento de la paz» iniciaban su ruta hacia Nagorno Karabaj. Iban a bordo de aviones Ilyushin Il-76, según el Ministerio de Defensa ruso.

Las palabras del líder armenio trataban de amortiguar la sensación de derrota. «Esto no es una victoria, pero no hay derrota hasta que te consideras derrotado. Nunca nos consideraremos derrotados y esto se convertirá en un nuevo comienzo de una era de nuestra unidad nacional y renacimiento».

Los combates habían generado riesgo de una guerra a gran escala. Por un lado, Turquía apoyando a su aliado, Azerbaiyán. Por otro Rusia. Moscú tiene un pacto de defensa con Armenia y una base militar allí, pero no tiene por qué intervenir si los ataques no pasan de Karabaj al territorio internacionalmente reconocido como armenio.

Azerbaiyán dice que desde el 27 de septiembre ha recuperado gran parte de Nagorno Karabaj y sus alrededores, un enclave que perdió en una guerra de 1991 a 1994 que obligó a muchas más a abandonar sus hogares. Armenia ha negado el alcance de los avances territoriales de Azerbaiyán, pero ahora tendrá que rubricarlos.

Armenios furiosos irrumpen en la sede del Gobierno y el Parlamento 

Cientos de armenios enfadados con la «traición» del primer ministro, Nikol Pashinián, por haber firmado una declaración para poner fin a la guerra en Nagorno Karabaj, irrumpieron hoy en la sede del Gobierno y el Parlamento para reivindicar a gritos que no entregarán el enclave a Azerbaiyán.

«Pashinián traidor» o «no entregaremos Artsaj», nombre armenio de Nagorno Karabaj, gritaron los congregados en la Plaza de la República de Ereván, después de que Pashinián anunciara un acuerdo con Azerbaiyán y Rusia para el alto el fuego y la retirada del Ejército de tres regiones.

Además de entrar en la sede del Gobierno, un grupo de personas también lo hicieron en el Parlamento, exigiendo que Pashinián se reúna con ellos, según muestran las imágenes en la televisión armenia.

El presidente de la Asamblea, Ararat Mirzoián, fue sacado violentamente de su coche oficial y golpeado cuando algunos armenios le exigían saber dónde se encontraba el primer ministro armenio.

Mirzoián fue ingresado en un hospital con heridas, pero su vida no corre peligro, dijo el jefe de gabinete del primer ministro, Eduard Aghajanián.

A lo largo de la noche más y más armenios salieron a las calles en varios distritos de Ereván para protestar contra la decisión del primer ministro, en el poder desde 2018.

Disturbios en Ereván 

El acuerdo fue justificado por el primer ministro armenio aludiendo al agotamiento de los recursos militares. Durante la noche los manifestantes irrumpieron en la sede del Gobierno armenio tras las informaciones de que Armenia había entregado territorios. Incluso golpearon brutalmente al presidente del Parlamento armenio, Ararat Mirzoyan, tras sacarlo de su coche. También lograron irrumpir en la sede del Parlamento en Ereván.

Armenia ha acordado retirarse de varias otras zonas adyacentes durante las próximas semanas. La oposición armenia recoge desde hoy firmas para impugnar este alto el fuego en Nagorno Karabaj.

El Kremlin, por su parte, aclaró que la supuesta presencia de fuerzas de paz turcas en Nagorno Karabaj no fue acordada por los presidentes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán. Según afirmó hoy martes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, «no hay una sola palabra sobre esto en el texto de la declaración que se publicó, las tres partes no lo acordaron y la presencia de los soldados turcos en Karabaj no fue coordinada».

Las fuerzas de paz rusas serán las únicas que se desplegarán en la línea que separa a las partes beligerantes en Nagorno Karabaj. Se quedarán por un plazo de cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos similares, a menos que alguna de las partes firmantes muestre la intención de rescindir dicha cláusula con seis meses de antelación.

El despliegue se llevará a cabo a la vez que la retirada de las fuerzas armenias en varios distritos ocupados durante la guerra de 1992 a 1994. El distrito de Agdam, controlado por tropas karabajíes, será devuelto a Azerbaiyán el 20 de noviembre. Asimismo, Armenia debe traspasar a Azerbaiyán el control del distrito de Kelbecer (Kalbajar) para el 15 de noviembre y del distrito de Lachín, para el 1 de diciembre. Las fuerzas de paz rusas ejercerán el control sobre el llamado corredor de Lachín, una franja de cinco kilómetros de ancho que garantiza la conexión entre Nagorno Karabaj y Armenia, informa la agencia rusa Sputnik. Además, Armenia se compromete a garantizar la seguridad del tránsito entre la república autónoma de Najicheván, un exclave azerí que se encuentra entre Armenia, Irán y Turquía, y las zonas del oeste de Azerbaiyán.

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