La jueza dio luz verde a las aspiraciones de Amber Heard al considerar que las pruebas e indicios aportados hasta ahora en favor de su caso son más que suficientes para continuar
El actor Johnny Depp y su equipo legal fracasaron, en su condición de demandantes, a lo largo del proceso judicial que enfrenta al intérprete y a su ex mujer, la también actriz Amber Heard, a cuenta de las acusaciones de difamación y malos tratos que se han venido lanzando el uno al otro desde finales de la década pasada.
Los abogados del astro de Hollywood han solicitado a la magistrada Penney Azcarate, sin éxito, que desestime la contrademanda que interpuso la artista para responder a la demanda original de Johnny.
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Si este exigía a su ex mujer 50 millones de dólares en concepto de indemnización, por las supuestas mentiras vertidas por Amber en un artículo publicado hace cuatro años en el diario Washington Post, la joven intérprete no tardó en replicar en términos similares, aunque la compensación que ella pide se eleva hasta los 100 millones de dólares.
La jueza ha vuelto a dar luz verde a las aspiraciones de Amber al considerar que las pruebas e indicios aportados hasta ahora en favor de su caso son más que suficientes para continuar.
Asimismo, Azcarate rechazó los argumentos presentados por la defensa de Johnny, señalando que a ella no le compete, al menos en este momento del litigio, opinar sobre la supuesta veracidad o falsedad de los testimonios ofrecidos por la artista.
Curiosamente, la misma magistrada desestimó una petición similar en este caso procedente de los abogados de Amber Heard.
La artista quería anular desde el principio la posibilidad de que Johnny pudiera tomar la iniciativa desde el banquillo de la acusación, de forma que solo pudiera defenderse en el estrado de aquellos alegatos que le han presentado como un hombre violento, emocionalmente inestable y adicto a las drogas.
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