Los autores materiales del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, quien fue descuartizado el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, se habrían deshecho de su cuerpo echándolo por el sistema de desagüe de la residencia del Cónsul Saudí, después de haberlo disuelto en ácido, informó este sábado el diario turco Sabah.
El examen de las muestras encontradas en el sistema de tuberías de la residencia del cónsul saudita en Estambul permitió detectar restos de ácido.
Los investigadores consideran que el cuerpo del editorialista crítico con el régimen de Riad fue disuelto en ácido y que una vez obtenida una consistencia suficientemente líquida procedieron a deshacerse de los restos de el periodista, arrojándolo al desagüe, prosigue Sabah.
La novia de Khashoggi, Hatice Cengiz, informó a través de Twitter «incapaz de expresar su tristeza tras saber que (el cuerpo de Khashoggi) fue disuelto».
Según indicó el lunes pasado un alto funcionario del gobierno turco, el gobierno de Arabia Saudita envió a «limpiadores» a Turquía para «borrar» las pruebas del asesinato de Khashoggi.
Dos hombres, un químico y un especialista en toxicología, llegaron a Estambul el 11 de octubre, nueve días después del asesinato.
«Creemos que estos dos individuos vinieron a Turquía con el único objetivo de borrar las pruebas del asesinato de Jamal Khashoggi antes de que la policía turca fuera autorizada a registrar las instalaciones», indicó el funcionario turco que pidió mantener el anonimato.
La policía turca no fue autorizada a registrar el consulado hasta el 15 de octubre y la residencia hasta el 17.
Khashoggi fue asesinado el 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul, donde había acudido a hacer un trámite administrativo.
Tras negar inicialmente el asesinato, las autoridades saudíes hablaron primero de una «pelea» que acabó mal, antes de afirmar que el periodista de 59 años murió durante una operación no autorizada y sobre la que el príncipe heredero, presúntamente Mohamed Bin Salmán no había sido informado.
Sin embargo, las investigaciones de el gobierno turco, encontraron que el reloj inteligente que llevaba el desaparecido periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi cuando acudió al consulado de su país en Estambul, el pasado día 2, grabó su asesinato, ha asegurado este sábado el diario oficialista turco Sabah, donde indican que «Khashoggi sincronizó el reloj con su teléfono móvil, el cual habría dejado en manos de su novia antes de entrar en el consulado, explica el diario, citando «fuentes fiables» de la investigación.
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«Las conversaciones durante su asesinato fueron grabadas por el reloj y enviadas al teléfono y al registro en la nube» o sistema de almacenamiento en servidores remotos, asegura Sabah. El rotativo agrega que los agentes de inteligencia saudíes se dieron cuenta del reloj y trataron de borrar las grabaciones de la nube, pero no pudieron eliminar todos los archivos.
Según concluye Sabah, la policía y los servicios de inteligencia turcos (MIT) lograron «revelar el asesinato analizando en la nube las grabaciones de audio que los saudíes no pudieron borrar». Este viernes, otro diario turco, el opositor Sözcü, ya había informado de que a través del reloj inteligente del periodista se registró un «diálogo en árabe», aunque ese diario precisa que «no hubo gritos ni chillidos».
Por otro lado, la familia real ha celebrado reuniones para tratar esta crisis para decidir hasta qué punto deben intentar calmar la sensación global de repulsión por este crimen que ha traspasado los límites del respeto y protocolo diplomático, donde surgen sospechas de su participación, y que deja muy mal parado a este régimen dentro de la geopolítica internacional.
Foto: Agencia
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