Unos 70.000 opositores ucranianos se congregaron el domingo al mediodía en la plaza de la Independencia de Kiev, según la AFP en el lugar. El militante torturado Dimytro Bulatov, que está siendo curado en Lituania, se dirigió por teléfono a los contestatarios a través de los potentes altavoces de la plaza. «No tenemos intención de rendirnos. Iremos más lejos», dijo precisando que hablaba desde un hospital. Los manifestantes le respondieron con una ovación.
La cifra de manifestantes era comparable a la de un acto similar convocado la semana pasada, pero inferior a la muchedumbre que se vio durante las grandes manifestaciones de noviembre, diciembre y enero. Ucrania atraviesa la crisis política más larga de su historia y el centro de la capital está ocupado desde hace 80 días por contestatarios y rodeado de barricadas.
Otros dos opositores que fueron víctimas de violencia, entre ellos la periodista Tetiana Chornovol, se dirigieron a los presentes al principio de esta manifestación. Igor Lutsenko, secuestrado y golpeado junto con otro opositor que fue hallado muerto, dijo que «los secuestros y torturas no habían dado resultados. Chornovol, yo mismo y Bulatov no nos rendiremos», dijo.
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