La lucha política en Venezuela encuentra también terceras partes con fuerte influencia desde el exterior. Rusia es una de estos. Aliado del fallecido presidente Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, el gigante europeo aparece con cada acción generada desde un bando y otro, estableciendo una clara opinión siempre del lado oficialista, discurso marcado en los últimos días ante las críticas del gobierno estadounidense, el cual no olvida que “todas las opciones están sobre la mesa”.
Entre esas alternativas figura una posible intervención militar, último recurso y del cual muchos actores de la sociedad civil han pedido en varias ocasiones.
Sobre esto, el embajador adjunto ruso ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, advirtió que la acción “tendría consecuencias devastadoras para la región y para la seguridad mundial también”.
“Tenemos muchas esperanzas de que EE.UU. tenga suficiente sentido común para evitar ese escenario, una vez más, que sería devastador para toda la región, también para EE.UU. y para la legalidad internacional. Así que sería una gran crisis internacional si EE.UU. decidiera realmente intervenir militarmente”, dijo en entrevista a BBC.
Asimismo, manifestó que la idea norteamericana, pese a que no cuenta con una ejecución, no es bien vista en la región a pesar de que varias de estas naciones rechacen el gobierno de Maduro.
El diplomático aseguró que parte de lo que hoy ahoga a los venezolanos víctimas de una crisis histórica que ha generado una migración masiva, tiene una enorme cuota de responsabilidad en Estados Unidos.
“Es una crisis hecha por el hombre, y el hombre que hizo esta crisis está sentado más en la Casa Blanca que en Caracas (…) No se puede ignorar que esta crisis se ve agravada por las acciones de Washington y sus aliados”, indicó.
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El hecho de que Estados Unidos se involucre y luzca como el principal aliado de Juan Gauidó, reconocido como presidente por más de 50 países, ha agravado aún más la tensión entre dos potencias mundiales, en una disputa que suma un nuevo episodio, ahora enfocada en temas geopolíticos en la región suramericana.
Pero Polyanskiy advirtió que más que respaldar a un gobierno, la intención de Rusia pasa por hacer respetar las leyes. “No diría que apoyamos al presidente Maduro en Venezuela. Apoyamos el derecho internacional y el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados”, expresó.
No obstante, expertos han asegurado que la insistencia de Moscú tiene base en los negocios establecidos con Caracas, especialmente en los préstamos otorgados al gobierno de Maduro, algo que negó el diplomático: “no es un problema que queramos recuperar este dinero mañana”.
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