Las carnicerías de la región continúan con problemas para abastecerse de carne y alegan que pierde dinero con los huesos y grasa
Foto: Archivo
Sigue sin regularizarse la distribución de carne en el Zulia, y el kilo oscila entre Bs. 550 y 700
Maracaibo — Durante un recorrido por diversas carnicerías de la ciudad un equipo reporteril de QUÉ PASA pudo conocer que algunas carnicerías tienen más de una semana sin carne en sus refrigeradores, y alegan que la situación se ha agravado.
Cabe recordar que desde hace varias semanas el todo sector cárnico, incluyendo productores, mataderos, frigoríficos y carnicerías se han reunido con las autoridades del Gobierno nacional para tratar el problema de escasez de insumos y los precios; sin embargo, aún no hay un pronunciamiento oficial de las autoridades sobre las peticiones del sector.
Los productores del estado Zulia llegaron a un acuerdo con la Gobernación para modificar la agenda de fiscalizaciones y hacerlas solo «donde la especulación sea evidente», dijo Billy Gasca, secretario de gobierno.
En Maracaibo la situación aún no se ha resuelto, pese a que los mataderos están funcionando. Pero es importante destacar el problema no es solo de precios. Anteriormente Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga dijo a este rotativo que el ganado se ha visto afectado por el verano, situación que también expuso Armando Chacín, presidente de Fegalago, quien apunto que hay ganado, pero no está listo para el matadero.
Precios
La carne de primera como el lomito se encuentra en Bs. 750 el kilo, el lomo de aguja en Bs. 650, la punta trasera en Bs. 600, el entrecanto, pulpón, pelota y muchacho en Bs. 550 y la molida entre Bs. 520 y 550.
El encargado de una carnicería ubicada en el sector los plataneros de la ciudad expresó que el precio del kilo de carne en canal varía entre Bs. 260 y Bs. 280. Indicó que incluso para conseguir el alimento ha tenido que acudir a otros distribuidores. «Se ha agudizado la situación. Tuvimos más de una semana sin carne. Tratan de buscar cualquier excusa para multarnos. No quieren que trabajemos».
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