Polar aumenta producción de harina

Garantizan producción mientras tengan materia prima. No descartan un aumento del precio de la harina de maíz.

Yaracuy — El presidente ejecutivo de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, inauguró ayer en la Planta de Alimentos Polar Comercial Chivacoa, ubicada en el municipio Bruzual del estado Yaracuy, una extensión que permitirá aumentar la capacidad de producción de Harina PAN en 21%, equivalentes a 41 millones de kilos anuales adicionales para un total de 605 millones de kilos al año.

En la ampliación de la capacidad de harina precocida se realizó una inversión de más de 220 millones de bolívares, incluyendo la ampliación de la Planta Industrial Valencia, en el estado Carabobo.

«Creemos que la solución a muchos de los temas que acontecen en el abastecimiento de alimentos en el territorio nacional tiene que ver con más capacidad de producción, más inversión», dijo Lorenzo Mendoza.

Acotó que Empresas Polar garantiza el 49,6% de la producción nacional de harina precocida «mientras haya materia prima».

Expuso que con el incremento de capacidad pasan de tener el 48% al 49,6% de la capacidad instalada del país en harina de maíz. «El otro 51,4% lo tienen competidores privados y el Estado venezolano. Ellos tienen que producir al 100% también», puntualizó.

Asimismo, dijo que confía en lo expuesto por el ministro de Agricultura, Yván Gil, de que importarán la materia prima necesaria para continuar produciendo, ya que hasta ahora tienen materia prima para elaborar el producto «hasta finales de octubre, principios de noviembre».

Precio de la harina

Mendoza también hizo referencia al precio de la harina de maíz e indicó que hubo una adecuación del precio a los costos de hoy, que permite comenzar a recobrar el rezago que tenía por el congelamiento de precios. Advirtió que si se aumenta el precio de la materia prima se requerirá un nuevo ajuste en la harina, porque el maíz representa el 70% del costo de la harina.

Sostuvo que hay una rentabilidad justa en la categoría de alimentos que permite no solo elevar la capacidad de producción, sino reinvertir y que para la actividad de alimentos es adecuada una rentabilidad de entre 20% y 30%.

Manifestó ayer que el Sistema biométrico implementado en los supermercados del país para contrarrestar el contrabando de alimentos, «no ayuda en nada al consumidor».

«Pensando en el consumidor final, no estoy de acuerdo. El sistema biométrico no es algo que ayuda al consumidor final. No puede ser que unos contrabandistas que son unos pocos, afecten a 28 millones de venezolanos. Creo que hay mejores formas de que el Estado a través de la autoridad, busque maneras de inteligencia, la forma de manejar la frontera». Sin embargo, resaltó que están a favor de cualquier iniciativa que evite el contrabando.

Metas cumplidas

En el 2013, Lorenzo Mendoza propuso que el Gobierno nacional le vendiera o alquilara una planta procesadora, pero al no recibir respuesta decidieron aumentar su capacidad de producción en las plantas existentes.

Mendoza destacó que hace 14 meses se comprometieron a ello y la muestra es la ampliación de la planta Chivacoa.

Resaltó que esperan respuestas con los códigos de reembolso para comenzar la ampliación de la planta ubicada en Turmero, conocida como Remavenca.

Materia prima

Con respecto a la materia prima, Lorenzo Mendoza explicó que este año de la cosecha 13-14, 58% terminará siendo nacional y 42% importada. Mientras que de la cosecha que viene está por verse las estimaciones, pero prevén que estará entre 563 mil y 565 mil toneladas (39%) y que se requerirá importar 61%, equivalente a 882 mil toneladas. Esta situación ―dijo― se espera que se revierta a futuro, ya que por más de 20 años el país produjo el 100% del maíz blanco.

Planta Chivacoa

Antes de la ampliación, la planta de molienda y empaque contaba con 10 máquinas, ahora tiene 11. Cada máquina arma 90 paquetes de Harina PAN por minuto. La máquina realiza desde el armado del empaque hasta el llenado, que lo hace a través de tres boquillas que le colocan a cada paquete de un kilo de harina. Luego se empacan en fardos de 20 paquetes y pasan a la paleta de madera que acumula 72 bultos o fardos.